Puri Cores, Manuel Ruiz y Gonzalo Trenor descubrieron una placa en un monumento conmemorativo
23 oct 2021 . Actualizado a las 22:14 h.Vecinos, autoridades y familias de fallecidos y afectados por coronavirus se reunieron ayer en la plaza de España de Ribeira para recordar a las víctimas de la pandemia y a los sanitarios.
El acto conducido por la presentadora Belén Xestal, comenzó con la voz de la soprano Beatriz Riobó, acompañada por su cuarteto de cuerda, que interpretó el himno gallego. El regidor, Manuel Ruiz, y la presidenta de la asociación de Amas de Casa, Puri Cores, descubrieron una placa conmemorativa en la base del monumento que homenajea a las víctimas.
Acto seguido tomó la palabra el director de la residencia de mayores de Ribeira, Miguel Alamancos, quien rememoró la experiencia del confinamiento. Visiblemente emocionado, describió la angustia vivida en el centro cuando, poco después de Fin de Año, entró el virus. Aseguró que el personal sacó lo mejor de sí, dando «unha lección de vida que non podemos esquecer».
A sus palabras siguió la ofrenda floral en recuerdo de los fallecidos, ambientada por el poema musicalizado Negra sombra. Puri Cores tomó entonces la palabra para agradecer la asistencia, y al Concello de Ribeira, su apoyo. «Este monumento sirve como recuerdo de todos los fallecidos, que siempre estarán en nuestra memoria y nuestro corazón», remarcó la presidenta.
Por su parte el delegado de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, insistió en la necesidad de «seguir unidos e, sobre todo, respectando, as recomendacións sanitarias». El acto lo cerró Manuel Ruiz, quien agradeció el homenaje ideado por Amas de Casa e incidió en que las vivencias del último año y medio deben servir para pensar en los demás «e ter sempre presente que a fortaleza dunha sociedade é a súa unidade». Expresó el orgullo que siente por ser de Ribeira, un lugar multicultural, y tuvo palabras para quienes lucharon para que las consecuencias del virus fueran las menores posibles
Para concluir, los asistentes guardaron un minuto de silencio, Riobó entonó el Hallelujah de Leonard Cohen y el himno de España fue el colofón.