«Los centros de salud de Ribeira, O Son y Noia tienen prioridad uno para nosotros»

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

PACO RODRÍGUEZ

Eloína Núñez, gerente del área sanitaria compostelana, prevé que la quinta ola pueda estar controlada a mediados de este mes

01 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Eloína Núñez (Ourense, 1961) quiere ser optimista porque los datos de esta quinta ola «ya van bajando y tengo la esperanza que para la segunda quincena de agosto ya estemos bien en cuanto al número de positivos, porque afortunadamente a nivel hospitalario tenemos pocos ingresados en comparación con otros. Pero, en esta pandemia, hoy estás bien y mañana fatal, así que no hay que bajar la guardia», insiste la gerente del área sanitaria de Santiago y Barbanza.

-Parecía que con la vacunación habría menos positivos y estamos peor que nunca.

-Peor no estamos, tenemos más positivos, es la peor ola en cuanto al número de enfermos con covid, pero no por la gravedad y complejidad de los casos, en eso no es ni parecido. Ahora contamos con más medios diagnósticos, podemos hacer muchísimas pruebas, hay tratamientos... Recuerdo cuando empezó todo y nos preguntábamos cuándo llegarán los test de antígenos y ahora los hay en todos los sitios. Ahí la cosa ha cambiado mucho, pero bueno, deseando que vacunemos ya a todo el mundo. Esto no se va a acabar, pero por lo menos que se quede como una gripe.

-¿Es muy complejo organizar las campañas de vacunación?

-Todo el mundo ha colaborado, pero el trabajo mayoritario es de los profesionales de enfermería, equipos directivos de la gerencia de enfermería, de los servicios de admisión e informática. El otro día ya los veíamos en las medallas de Galicia, está el servicio de Saúde Pública, Protección Civil y Cruz Roja, que nos ayudan siempre; pero, a nivel de área sanitaria, el grueso es toda la organización y todo el cronograma que se realiza semanalmente para poner vacunas y hacer los cribados, en los que hemos tenido la colaboración de todos los concellos, en eso sí que hemos sido una piña.

-Acaban de presentarse las obras de ampliación del hospital de Barbanza, ¿qué van a suponer?

-Llevo aquí cuatro años y medio, y la primera vez que fui a Barbanza y vi sus datos me pareció que para la población que tiene, sobre 70.000 habitantes y con un gran porcentaje de gente joven comparada con otras zonas, tenía un ratio de camas menor al de otros hospitales de su mismo nivel. Por eso, fue algo en lo que estuvimos trabajando y viendo también que muchos enfermos tenían que desplazarse a Santiago cuando estaba lleno. El objetivo de cualquier ampliación es dar una mayor confortabilidad al paciente y a su familia, y aquí buscamos ofrecer un mejor confort al área materno-infantil, creemos que es importante tener habitaciones individuales, sobre todo cuando tienes que estar un día o dos en el hospital con un bebé.

-¿Hay plazos?

-Es complicado siempre hablar de plazos porque está el proyecto, anteproyecto, licitación... Yo creo que si vamos rápido, deberíamos empezar el año que viene.

-Lo más es inminente es la ampliación del área de endoscopia, que comenzará tras el verano.

-Sí. No es una obra compleja y nos permitirá ganar una zona nueva para el área de endoscopias, para hacer más salas, despachos y, evidentemente, nos libera el espacio actual que ocupa este servicio y al que le sacaremos partido para realizar otro tipo de actuación.

-También se anunció la ampliación de los centros de salud de Ribeira, Porto do Son y Noia, ¿para cuándo?

-El de Ribeira es un de los más antiguos, está muy bien ubicado y hemos realizado algunas mejoras, una sala de docencia y reuniones, adecuamos el área de pediatría, pero no es lo mismo que contar con uno nuevo. El plan funcional ya está hecho y seguimos avanzando, tanto en este como en los demás. Los centros de salud de Ribeira, Noia y O Son tienen prioridad uno para nosotros. También el edificio actual del ambulatorio noiés es una instalación antigua y ahora en los centros de salud necesitamos prestar más servicios que las típicas consultas con el médico o con la enfermera.

«Tenemos que ir hacia una atención al paciente en la que podamos resolver su dolencia sin ingresarlo»

Junto con el hospital del Barbanza, en el área sanitaria hay otros cuatro centros hospitalarios, encabezados por el Clínico, que es el gran buque insignia, y que también tiene en marcha un proyecto para ampliar sus instalaciones.

-¿Qué implicará esta ampliación?

-En el proyecto del Clínico ya son muchos más metros cuadrados, ya engloba un incremento de los quirófanos, de la zona de urgencias, de un área específica de endoscopias, no solo digestiva, sino broncoscopia pulmonar, endoscopia a nivel ginecológico y urológico; además de hacer más consultas y un hospital de día. Lo que ocurre en el Clínico es que cada área dispone de un mini hospital de día, y lo lógico es hacer uno donde cada servicio tenga su parte, pero integrados dentro un dispositivo que abra mañana y tarde, tenemos que ir hacia una atención al paciente en la que podamos resolver su dolencia sin ingresarlo.

-¿Cuándo comenzarán a realizarse las obras?

-Aquí ya vamos más avanzados, el proyecto ya está hecho, y estamos pendientes de los permisos pertinentes del Concello de Santiago, y de todos esos trámites de publicación para ya ir a la licitación y adjudicar a una constructora que haga la obra. A ver si para este año, probablemente, esté lista la licitación.

-Además de avanzar en estos proyectos de ampliación y pese a la pandemia, en estos meses se han hecho grandes logros médicos en el área sanitaria.

-Sí, a principios de este mes se ponía a un paciente el primer corazón mecánico, y hemos estrenado el sistema HIFU (High Intensitive Focused Ultrasound), de ultrasonidos de alta frecuencia para tratar el párkinson y otras enfermedades del movimiento. Esa ha sido una inversión millonaria, pero evidentemente muy importante, somos el único hospital público de España que realiza este tipo de intervenciones y lo maravilloso es que un paciente entre en un aparato que es como una resonancia con temblor y que salga sin él. La calidad de vida es un antes y un después.