José Luis Tomé Pérez, el director de fábrica en Ángel López Soto de Ribeira que empezó descargando camiones

RIBEIRA

José Luis Tomé Pérez y su mujer, Encarnación Garcia, en una imagen tomada hace unos tres años
José Luis Tomé Pérez y su mujer, Encarnación Garcia, en una imagen tomada hace unos tres años

Fallecido a los 60 años, comenzó a trabajar con 19 y pasó por todas las secciones del proceso de producción

28 abr 2021 . Actualizado a las 13:29 h.

Resulta poco probable que hubiera algún rincón de la factoría Ángel López Soto de Ribeira que escapase al conocimiento de su director de fábrica, José Luis Tomé Pérez. Y es que para este hombre sencillo, la factoría de procesado de productos del mar era su segunda casa. Comenzó a trabajar con 19 años descargando mejillón y ostra para, movido por su determinación al aprendizaje constante, ir subiendo peldaños.

Pasó por todos los eslabones de la cadena, de manera que conocía a perfección cada una de las etapas del proceso. Condujo camiones, trabajó en la línea de producción, fue encargado y, finalmente, director de fábrica. De esta forma, José Luis Tomé Pérez vio también recompensada su dedicación y entrega por parte de los responsables de una empresa con amplia tradición en Ribeira. Nadie mejor que una persona que conoce el trabajo desde la base para organizar la actividad.

La inesperada muerte, el pasado lunes, de este hombre nacido en la parroquia de Carreira hace 60 años causó una gran conmoción entre compañeros, amigos y familiares.

Amante de la hípica

Casado con Encarnación García y padre de dos hijos que le han permitido disfrutar de la compañía de tres nietos, la hípica constituía la gran pasión de José Luis Tomé Pérez.

Repartía su tiempo libre entre su familia, los amigos y el cuidado de su caballo, Terry. Hasta la finca en la que se encuentra el animal acudía José Luis Tomé para atenderlo debidamente y realizar rutas. De hecho, hacer recorridos por la comarca junto a otros aficionados constituía una de sus distracciones. Incluso, en ocasiones se desplazaban a ferias destacadas para ver ejemplares y ponerse al día sobre el mercado equino.

Contaba con un círculo de amigos heterogéneo, integrado por personas de una amplia franja de edad. Con ellos solía juntarse los domingos para tomar café e intercambiar impresiones.

Amigos y familiares le tributan un último adiós en el tanatorio de Pompas Fúnebres del Noroeste ubicado en Xarás. Mañana, a las 19.30 horas, está previsto que sus restos mortales partan en dirección al cementerio San Pelayo de Carreira. Posteriormente tendrá lugar un funeral en su recuerdo en la iglesia de Aguiño. Su familia agradece las muestras de cariño recibidas.