Plantea un acceso controlado y pone como ejemplos As Catedrais y Altamira
12 feb 2021 . Actualizado a las 09:38 h.La de la duna de Corrubedo es una de esas polémicas que desde hace años está latente y periódicamente salta a la palestra. En esta ocasión, de chispa ha ejercido un informe dirigido por Augusto Pérez-Alberti, catedrático de Geografía Física de la USC, que concluye que durante los últimos 12 años han desaparecido 350.000 toneladas de arena, que se ha traducido en una pérdida de cinco metros de altura, quedando en 19. Lejos de apagar el fuego, el alcalde de Ribeira ha decidido avivarlo, señalando que él sería partidario de reabrir al público la gran montaña dorada. Pone la pelota en el tejado de la Consellería de Medio Ambiente, a la que le pide un nuevo estudio que valore esta posibilidad.
No se trataría de permitir que cientos ni miles de personas pisotearan la duna, sino de plantear un acceso controlado. Como ejemplos, el regidor puso la playa de As Catedrais y las cuevas de Altamira: «Eu estaría encantado de que me tocara visitar a duna dentro de dous anos».
¿Por qué ha decidido Manuel Ruiz avivar la polémica? Responde que por el simple hecho de que lleva casi tres décadas con la máxima protección y, sin embargo, sigue perdiendo altura, lo que le lleva a poner en duda las conclusiones de los informes técnicos efectuados hasta la fecha: «Está claro que ou as medidas adoptadas resultaron ineficaces ou foron mal estudadas. O resultado é que a perda de area continúa e, mentres, os humanos non podemos gozar da duna».
Protección, pero sin prohibir
Ruiz Rivas aclara que él es partidario de seguir protegiendo el complejo dunar, uno de los grandes tesoros de Ribeira a nivel turístico y medioambiental, pero abre la puerta a cambiar el centro de la diana de las medidas: «Que inflúe máis, unha plantación de pinos que motive cambios no efecto do vento ou que unha persoa pise a montaña de area? O que digo é que non podemos seguir cargándolle a culpa á especie humana. O home non pode ir, pero o xabaril si».
Para apoyar su postura, favorable a una reapertura al público limitada del complejo dunar de Corrubedo, el alcalde de Ribeira hace referencia a la existencia de otros parajes similares a los que es posible acceder sin control de aforo de ningún tipo: «Outras moitas dunas do mundo son visitables».
Medio Ambiente apuesta por limitar al máximo la presión humana
No parece que, por lo menos de momento, la Consellería de Medio Ambiente esté dispuesta a recoger el guante lanzado por el alcalde de Ribeira. Fuentes de este departamento señalaron que la postura de la Xunta pasa por garantizar «a conservación e a protección deste elemento natural único». Aluden al último estudio realizado sobre la evolución de la duna móvil que aconseja limitar al máximo la presión humana: «Deixa claro que a restrición mellora a implantación de especies das dunas».
Desde Medio Ambiente hacen referencia también a que la limitación total de acceso «é beneficiosa para a biodiversidade que habita na duna», como recoge el informe.