La ribeirense ganó el premio Xuventude Crea por su colección «Xénese»
23 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Hablar de génesis es hacerlo del origen y del principio de algo. Y es el camino que eligió la ribeirense Sofía Rivas Souto para diseñar una serie de joyas con las que ganó el premio Xuventude Crea 2020, promovido por la Xunta para impulsar a los nuevos talentos. La idea de su colección, denominada Xénese, había nacido hace unos años, pero no le acababa de encontrar la forma. «Me parecía que estaba muy vista. Ahí fue cuando decidí volver al origen de todo», cuenta Rivas. Y así lo hizo. Decidió usar el azabache de la misma forma que sale de la mina, trabajar la plata desde su origen e ir a la raíz de las formas.
Los pasos que siguió para crear los dos pendientes, el anillo y el broche que integran la colección fueron varios. «Fundí, hice el lingote, saqué el hilo para darle la forma cuadrada y redonda de la plata y añadí el azabache tal cual venía de la mina. Los trozos que tenía fueron los que usé», precisa. Es un trabajo muy laborioso y complejo, pero Sofía apenas tardó tres días en plasmar su idea. «Aproveché en verano, que tenía algo más de tiempo, para centrarme en las joyas y en pocos días estaba todo listo», concreta.
Hace tres años que Rivas terminó el ciclo superior de Joyería Artística de la Escuela de Arte Superior de Deseño Mestre Mateo, y fue ahí donde nació su amor por la profesión. Ahora estudia el grado de Diseño de Moda en el mismo centro, campo que puede sumar al anterior. «Son dos aspectos que se complementan. En el taller me gusta mucho la parte de experimentar con los materiales. Con los tejidos y todo lo que tiene que ver con la moda también se puede hacer», apunta. Su afición por las pruebas y experimentos la llevaron a incluir en su proyecto final joyas con carbón. «No sabía lo que iba a salir, si se iba a despegar o si mancharía. Fui tanteando hasta que no se cayó ni dejaba rastro», recuerda Rivas.
Mostrar los procesos
A pesar de contar con gran tradición en Galicia, el oficio de joyero sigue escondiendo muchos secretos que solo conocen los profesionales. Por eso, uno de los proyectos que tiene Sofía en mente es abrir una tienda donde esté su taller para que la gente pueda ver todo el trabajo que hay detrás, «no solo la parte que brilla. Sería una joyería de puertas abiertas. La gente compra las piezas finales, pero no sabe cómo nace una joya. Me gustaría que me vieran trabajar in situ. Me parece muy importante que se sepa como se trabaja artesanalmente».
No maneja fechas para iniciar este proyecto ya que antes tiene que finalizar el grado de Diseño de moda. Rivas alterna desde el 2017 sus estudios con la profesión de joyera. Empezó a montar su taller poco a poco en Ribeira, en el telar O Queiro, que pertenece a su madre, por lo que solo puede dedicarse el fin de semana a diseñar y crear joyas. «No puedo trasladar el taller a Santiago, por lo que no le dedico tanto tiempo como me gustaría», indica.
Sin embargo propuestas de trabajo no le faltan ya que recibe encargos de amigos, de familia o de conocidos. Muchas veces le dejan libertad de creación, por lo que el resultado final es una sorpresa. «Hay casos de todo. Algunos tienen ya ideas y me las dicen y hay otros que me indican que lo haga a mi gusto. Conocer a la persona también influye», cuenta.
El lenguaje de los materiales
Rivas señala que a la hora de diseñar una joya no siempre saca ideas del libro de bocetos, porque al trabajar una pieza es el material el que le habla y le indica el camino a seguir. «Construyes en base a lo que tú estás haciendo en cada momento con tus manos», puntualiza la ribeirense.
La búsqueda de un estilo no es algo que preocupe a Sofía. No se quiere poner límites y experimentar es una de las bases de su trabajo. «Varía un poco en función de lo que tenga que hacer. El diseño surge según se trabaje el material. Cada encargo es distinto y aprendes con cada uno», apunta.
Aunque ahora la mayor parte de su tiempo se lo dedica al grado de Diseño de Moda ya planifica cómo será su taller. Gracias a los 3.000 euros del premio Xuventude Crea está un poco más cerca de equiparlo con todo lo necesario: «Antes no tenía el dinero suficiente para invertir, ahora sí. Hace falta mucho material para empezar», concreta Rivas.
Sofía, a sus 26 años, está un paso más cerca de mostrar en Ribeira la parte desconocida de la joyería.