Condenan a 3 años y 5 meses de cárcel a un barbanzano por abusar sexualmente de una menor y de su madre

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA

RIBEIRA

EDUARDO PEREZ

El acusado no podrá acercarse a menos de 300 metros de las víctimas y deberá indemnizarlas con 13.000 euros

27 nov 2020 . Actualizado a las 21:03 h.

La sección sexta de Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, ha condenado a una pena de tres años y cinco meses de cárcel a un barbanzano por abusar sexualmente de una amiga de su hija menor de edad de forma reiterada y también de la madre de la niña en una ocasión.

El tribunal es tajante en la sentencia al afirmar que la prueba realizada durante la instrucción y el juicio -celebrado entre septiembre y octubre de este año- «pone de manifiesto que los hechos denunciados por la víctima y su madre son ciertos». Aunque la defensa alegó contradicciones en el relato de la menor y de su progenitora, el fallo considera que su testimonio es «coherente y persistente» y que además está corroborado «por las declaraciones de las testigos y por el informe pericial, que demuestran que los hechos ocurrieron en el modo descrito por las perjudicadas».

Existen lagunas sobre el momento en el que se iniciaron los abusos sobre la menor, pero sí se acreditó que se prolongaron durante un período aproximado de seis meses. Durante ese tiempo, el condenado «de forma reiterada, aprovechaba los momentos en que podía estar a solas con la amiga de su hija para tocarla con ánimo de atentar contra su libertad sexual». La víctima y la hija del procesado eran amigas, un vínculo que también unía a ambas familias, por lo que era habitual que pasasen tiempo la una en casa de la otra, situación que era aprovechada por el hombre para cometer los abusos, que siempre se producían de la misma manera: abordaba a la menor por la espalda, la sujetaba con una mano mientras con la otra realizaba tocamientos y movimientos sexuales contra el cuerpo de la niña. La sentencia destaca que esta en todo momento relató «de modo persistente, coherente y sin contradicciones los diversos episodios de abusos sufridos».

Lo mismo apunta el tribunal sobre el episodio de abusos que sufrió la madre de la menor por parte del acusado, cuando este entró en su vivienda sin previo aviso y le realizó tocamientos mientras la sujetaba por un brazo. Ambas ofrecieron un testimonio firme y convincente que «no dejan margen de duda» sobre la culpabilidad del procesado.

Estos hechos fueron denunciados en marzo del 2016 y desde entonces el proceso ha sufrido retrasos que llevaron al tribunal a tener en cuenta las dilaciones indebidas en el procedimiento a la hora de dictar una sentencia que condena al hombre a dos años y cinco meses de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales a la menor y un año más por otro delito de abuso a la madre. Se establece también la prohibición de acercarse a las víctimas a menos de 300 metros y de comunicarse con ellas por ningún medio durante tres años, así como el pago de una indemnización de 10.000 euros para la menor y 3.000 para su progenitora por el daño moral causado. No en vano, los hechos relatados repercutieron en el rendimiento escolar de la víctima, que desde el 2016 está siendo tratada por un psiquiatra.