El bivalvo logró en el inicio de la campaña una cotización nunca vista en la lonja
02 nov 2020 . Actualizado a las 20:18 h.«Non hai moita cantidade», así se expresaban muchos mariscadores que a media mañana de ayer arribaban al muelle que está al lado de la lonja de Ribeira tras el inicio de la campaña marisquera en sus concesiones. Aún así, la mayoría de los rañeiros accedían al recinto de subastas con el tope establecido de almeja babosa. Para conseguirlo tuvieron que emplearse a fondo.
A pesar del recelo de los profesionales, el bivalvo alcanzó un precio de récord en la subasta. El más caro se pagó a 70,05 euros el kilo, superando los 69,15 del pasado año. El precio medio fue de 32 euros. De almeja babosa, la variedad estrella en Ribeira, se subastaron 1.742 kilogramos. La presencia del resto de especies fue casi testimonial: 70 kilos de almeja roja y 186 de reloj.
Polo menos collemos o tope. Non foi nada doado, tivemos que movernos moito nos areais para dar cun bo sitio»
La sensación a primera hora de la mañana en la rula ribeirense no era muy alentadora. La mayoría de los profesionales que se acercaban para dejar sus capturas reconocían que había menos cantidad de bivalvo en las concesiones con respecto a otros ejercicios. Un marinero de Sanxenxo que compró un barco en Ribeira hace cuatro años comentaba al regresar: «Polo menos collemos o tope. Non foi nada doado, tivemos que movernos moito nos areais para dar cun bo sitio».
Los productores comenzaron la faena sobre las ocho de la mañana y el grueso del colectivo empezó a llegar a tierra después del mediodía. Un experimentado rañeiro ribeirense indicó que escasea el bivalvo y que, incluso, es más pequeño: «Para coller os dez quilos de ameixa branca, tivemos que botar os rastros na Insua e en Coroso, buscando a máis grande e rendible».
El presidente de la agrupación de mariscadores, Andrés Martínez, reconoció que no hay mucha cantidad: «Máis ou menos coma os anos anteriores, aínda que a maioría da xente colleu os topes fixados».
Martínez destacó que el marisco extraído en la primera jornada «tiña calidade e a maioría era mediano, pero tamén houbo moito de tamaño grande».
Una de las preocupaciones del sector y de la directiva de productores es la cotización del bivalvo. Pese a que el marisco más grande suele venderse para la conserva, también es un producto que demanda la hostelería. Sin embargo, Andrés Martínez reconoció que este es un momento incierto porque el covid redujo al mínimo la actividad en los restaurantes.
La apertura de la campaña se hizo en casi todas las concesiones del pósito, excepto en una zona de Castiñeiras conocida como Redonda Nova: «Sementouse hai pouco e o bivalvo non está en condicións para a súa comercialización».