«Es una tremenda inyección de alegría en estos momentos»

RIBEIRA

MARCOS CREO

El primer premio de la Lotería Nacional repartió cinco millones de euros en Ribeira

19 oct 2020 . Actualizado a las 21:11 h.

La fortuna hizo ayer una parada en Ribeira, donde dos administraciones repartieron cerca de cinco millones de euros. Fue gracias al 32125, el número que salió elegido en el primer premio del sorteo de la Lotería Nacional. El despacho de Joaquín Valeiras vendió cerca de setenta décimos, cuyos propietarios se embolsarán 60.000 euros cada uno. El lotero ribeirense explicaba que la mayoría de agraciados son abonados que pertenecen a la peña del antiguo Bar Noruego, mientras que hay otro grupo que compró los boletos en la cafetería del Liceo Marítimo de Ribeira, donde finalmente se vendieron solo seis, puesto que los cuatro décimos restantes de la serie fueron devueltos.

Por su parte, Francisco Martínez, propietario de la administración La Fortuna, hizo felices a diez de sus clientes, ocho de ellos eran abonados y los otros dos lo compraron por ventanilla. Reconocía que ya se puso en contacto con varios de los premiados, y aunque a todo el mundo le viene bien el dinero, «hay gente que realmente lo necesita. Esta es la mejor noticia para la época en la que estamos».

Ayudar a los hijos

«Llamaron a mi hijo y le dijeron: ‘Dile a tu madre que le tocó la lotería'. Es una maravilla que esto te venga así», confesaba ayer María Jesús Pérez, que ya tiene pensado a que va a destinar los 60.000 euros que le han tocado. «No soy millonaria, pero mi marido tiene trabajo, tenemos la casa pagada y no le debemos nada a nadie. Así que lo voy a gastar en ayudar a mis hijos, porque mi yerno estuvo siete meses en un ERTE», apunta la ribeirense.

Otro de los afortunados, José Gude, también hará un buen regalo a su hija y a su nieta. «Ahora con esto del coronavirus no se pueden hacer viajes, así que no hay mejor sitio que quedarse aquí en Ribeira», explica el presidente del Liceo Marítimo.

En la cafetería de esta entidad trabaja Elena Franco, que también se llevó su pellizco en este sorteo. «Es una tremenda inyección de alegría en estos momentos, porque hay mucha gente a la que le hace falta. Muchos son personas mayores y con hijos a los que ayudar», explicaba esta vecina de Ribeira, que lamentaba que no hubiera podido vender los cuatro décimos restantes de la serie.