El presupuesto de licitación del auditorio de Ribeira no cubre el coste real de la obra

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

cedida

El proceso de adjudicación se ha paralizado, después de que solo concurriese una empresa y se detectase que el precio de los materiales está mal calculado

15 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La construcción del nuevo auditorio de Ribeira, llamado a suplir las carencias del municipio en materia de infraestructuras destinadas a la realización de espectáculos y a convertirse en referente arquitectónico en el nuevo modelo de ciudad, se le está atragantando al Concello. La ilusión por ver en pie una infraestructura tan largamente demandada está tornándose en frustración por problemas ajenos a la Administración local que, sin embargo, debe hacerles frente. El último contratiempo es que, en pleno proceso de licitación, se ha detectado que el coste de los materiales calculado por el estudio que redactó el proyecto constructivo no se ajusta, al parecer, al valor de mercado. El resultado: que el presupuesto de licitación es inferior al precio real de la obra.

Las alarmas saltaron al observar que al concurso de adjudicación solo concurría una empresa. Se trata de algo inusual tanto por la inversión, 3,6 millones, como por el hecho de que a obras de menor cuantía presentan ofertas numerosas firmas.

Analizando las causas, el Concello tuvo la respuesta: el dinero no llega para hacer lo que figura en el proyecto de los arquitectos y, mucho menos, con el tipo de hormigón y acero propuestos.

Hasta los cuatro millones

Por los datos obtenidos, el desembolso podría superar los cuatro millones, un incremento que se suma a otro anterior. Ante esta situación, el Concello ribeirense se plantea la paralización del proceso de licitación. Al parecer, la única empresa que presentó oferta, además de no realizar ninguna baja, advirtió de que con ese dinero difícilmente iba a poder acometerse la infraestructura proyectada.

Si el trámite de adjudicación se suspende, el concurso quedaría desierto y sería necesaria la realización de otro. El proceso se había convocado por la totalidad de la obra, lo que significa que incluía el mobiliario. Una alternativa que, entre otras cosas, podría contribuir a reducir el desembolso final, sería la realización de un doble procedimiento. Uno de ellos específico para el equipamiento interior.

Financiada en parte con fondos europeos del Máis Ribeira Atlántica, la construcción del auditorio comenzó a fraguarse a principios del pasado año. El Concello convocó un concurso de ideas para el diseño de la edificación. En las bases figuraba que el importe a gastar era de 2,5 millones.

Un buen número de profesionales presentaron sus ideas y, finalmente, un jurado compuesto por cuatro arquitectos eligió tres finalistas: Carlos Seoane, un estudio de Barcelona y otro de Palma de Mallorca. Finalmente fue este último, con una propuesta denominada Choiva, pedra e cristal, el vencedor.

A la hora de comenzar a redactar el proyecto constructivo, se plantearon algunas carencias que obligaron a incrementar hasta los 3,6 millones la partida inicialmente prevista. Entre ellas figuraban la falta de climatización en algunos espacios o mejoras en el escenario para dotarlo de una mayor versatilidad.

El alcalde, Manuel Ruiz, consiguió fondos de la Xunta de Galicia, en concreto 900.000 euros, para financiar el aumento de un millón que suponían las mejoras previstas. Ahora será preciso conseguir los 500.000 o 600.000 euros que, a falta de una estimación oficial por parte de los técnicos, puede implicar este ajuste en la realización del proyecto del auditorio municipal.

Los plazos marcados por los fondos europeos son un condicionante

La construcción del auditorio está financiada con fondos europeos, lo que exige que los proyectos presentados deban estar concluidos en el 2022. Esto constituye otro condicionante en las decisiones futuras del Concello sobre la ejecución de esta obra. La inversión comunitaria es de 2,5 millones, una cuantía demasiado importante como para dejarla escapar. Esta circunstancia obliga a actuar con celeridad, aunque es posible que el parón de los procesos administrativos decretado a raíz de la aparición del coronavirus juegue en este caso a favor del Concello de Ribeira. La edificación se levantará en la plaza del Centenario, en una parcela que el Ayuntamiento recompró al Instituto Nacional de la Seguridad Social tras un largo proceso de gestiones.