Somos un grupo de ciudadanos de Ribeira, en representación de otros muchos, afectados por la construcción de una variante. Queremos manifestarle con todo respeto nuestra disconformidad con dicho proyecto pro diversas razones.
Por su gran penetración en la zona urbana, con numerosas rotondas y un complejo trazado, que tendrá sin duda un enorme impacto en la propia estructura urbana, limitando el crecimiento integral de Ribeira y la creación de nuevas zonas urbanizables, precisamente en la zona llamada a ser de expansión de nuestra ciudad. Aparte de que en modo alguno solventa el problema del tráfico, sino que lo agrava, sobre todo en Abesadas y Miguel Rodríguez Bautista.
No es un trazado único, sino que aprovecha tramos de carretera existentes, algunos con pendientes pronunciadas. El entorno paisajístico queda roto a causa de la gran cantidad de materiales que hay que remover, unos 332.000 metros cuadrados de tierras, lo que provocará la construcción de grandes taludes que llegarán a afectar a algunas viviendas.
Con el fin de paliar estos graves hechos, presentamos en el Concello de Ribeira un proyecto alternativo, que recibió el premio Ovisa en el 2018, que tiene como condición imprescindible una nota previa de sobresaliente en los trabajos de fin de carrera, de grado o de máster en la Escuela de Ingenieros de Caminos.
Este proyecto sí que es una verdadera carretera de circunvalación que minimiza los problemas, al plantear una carretera que pasa alejada de las zonas urbanas, con un impacto medioambiental muy inferior y con una movimiento de tierras infinitamente menor. Además, el presupuesto económico es inferior.
A la vista de lo expuesto y siendo conscientes del enorme perjuicio que podemos causar a nuestra ciudad, le pedimos Feijoo que tenga a bien contemplar la realización de un análisis objetivo de ambos proyectos para elegir el más conveniente y menos lesivo para Ribeira. Sabe que, una vez terminada la obra, no habrá vuelta atrás. Ojalá que, con el paso de los años, ni la Xunta, ni el Concello ni el pueblo de Ribeira tengan que lamentar una decisión equivocada. José Saíñas Sieira, Herminia Muñiz Paz, Rosa María González Gude y Manuel Lampón.