La pandemia tumba la exportación de pescado de la lonja de Ribeira

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Carmela Queijeiro

Las ventas a países como Argelia han descendido de manera espectacular

01 may 2020 . Actualizado a las 15:12 h.

La lonja de Ribeira está padeciendo, como el resto de sectores, las consecuencias de la pandemia del coronavirus. El miedo, el confinamiento y la restricción para hacer desplazamientos han provocado que la venta de pescado de uno de los puertos de bajura más importantes de la Unión Europea se haya resentido. La rula de la capital barbanzana despacha productos procedentes del mar para toda la península ibérica, y también para numerosos países del continente europeo e incluso de África. Sin embargo, desde que se decretó el estado de alarma la actividad se ha complicado, en especial la exportación. El gerente de la empresa que administra la rula, Fernando Carreira, comentó que el despacho de especies frescas a otros países se redujo al mínimo.

El recinto ribeirense fue de los primeros en adoptar medidas de seguridad para evitar contratiempos, y con la intención de que la materia prima llegase en las mejores condiciones posibles a los consumidores.

Fernando Carreira hizo un pequeño repaso a la actividad en la lonja desde que se decretó el estado de alarma, a mediados de marzo. Comentó que las ventas los meses de enero y febrero iban bastante bien, pero todo se torció con el coronavirus.

La exportación había ido en aumento en los últimos años, pero con el covid-19: «Caeu de repente». Uno de los destinos donde más se dejó notar el movimiento de mercancía fue Argelia. Este país consumía importantes cantidades de especies como lirio, pescadilla, xarda o jurel, entre otras. Sin embargo, Fernando Carreira señala que «na actualidade está todo parado». En la misma situación se encuentra la venta a diferentes países comunitarios y del este de Europa.

El responsable de la instalación ribeirense destacó que en las últimas semanas hay menos producto y que la cotización cayó con respecto a meses pasados.

Apuntó que se nota la ausencia de quienes adquirían producto para la restauración. Precisamente las especies que más se han depreciado son las que adquieren los restaurantes. Por el contrario, matizó que subió un poco la demanda por parte de los vendedores ambulantes, que llevan más mercancía para venderla por las casas.

Supermercados

En el inicio del confinamiento, la lonja ribeirense tuvo un repunte de la demanda de producto por parte de grandes superficies de ámbito autonómico y de alguna cadena nacional de supermercados: «As vendas disparáronse porque a xente mercou moito para conxelar. Despois, ao comprobar que non había desabastecemento, volveuse á normalidade. Aínda así, estas superficies seguen a mercar bastante ben», subrayó Carreira.

La situación en la rula de Muros es similar a la que se registra en la de Santa Uxía, con la particularidad de que suministran menos para las áreas comerciales debido a la escasez de pulpo.

Sin embargo, aumentó el despacho de pescado para los autónomos que venden directamente a los clientes en sus domicilios. «Notamos que este colectivo leva máis peixe que antes da pandemia», comentan desde el recinto de subastas muradano.

Las pujas presenciales regresaron a la rula de Santa Uxía tras un mes suspendidas

El positivo por coronavirus de un trabajador de una de las empresas que presta servicio para la lonja de Ribeira obligó a los gerentes del recinto, el pasado 27 de marzo, a tomar la decisión de suspender las pujas presenciales. Previamente, los administradores habían adoptado medidas de prevención, ampliando el espacio de las subastas. Sin embargo, ante la nueva situación se optó por acciones más drásticas y por eliminar la presencia de compradores, como anteriormente había hecho la lonja de A Coruña ante un caso similar. Esta semana, un mes después, la instalación regresó al sistema tradicional.

El gerente, Fernando Carreira, explicó que también en el recinto coruñés han vuelto a implantarse las pujas con la presencia de compradores. Estos agradecen el cambio, como explicaba ayer Jesús Calvo Rial, presidente de la entidad Bertorella, un colectivo que aglutina a un centenar de minoristas.

Calvo Rial señalaba: «Iso é moi bo porque agora ves o produto e antes era por teléfono. Sabemos que a calidade é moi boa».