Dolo Sanlés, la costurera de Ribeira que dedica las horas muertas a confeccionar mascarillas

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

cedida

Empezó con medio centenar, pero está dispuesta a seguir produciendo hasta que la manden parar

22 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En situaciones de emergencia siempre surgen héroes, personas que llevan la solidaridad en su ADN y se brindan a arrimar el hombro. Es el caso de Dolo Sanlés Sieira. Esta ribeirense llevaba varios días con la vista puesta en tutoriales difundidos a través de Internet sobre la confección de mascarillas. Sabía que la necesidad podía llegar en cualquier momento y quería estar preparada. Por eso, cuando a través de las redes sociales se enteró de que el sector de las ambulancias de Barbanza estaba escaso de estos artículos, se puso manos a la obra.

Un grupo de mujeres de Andalucía habían difundido el método que empleaban y decidió tomarlas como ejemplo. El testimonio de una enfermera le permitió tener claras las medidas: «Hay que emplear tela que sea cien por cien algodón, que se corta en cuadrados de 25 por 25 centímetros. Luego se necesitan 70 centímetros de goma», explica esta ribeirense que lleva más de cuatro décadas pegada a una máquina de coser.

En su casa tiene un pequeño almacén de telas: «Es mi vicio». Pero Dolo Sanlés pidió ayuda a un comercio local, O Taller da Avoa, que le suministró más material. Ayer llevó las primeras 50 mascarillas al centro de salud de la ciudad, pero su intención es seguir confeccionando más: «Estaba aburrida y coser es lo mío, así que quiero arrimar el hombro. Seguiré hasta que me digan que pare».

Tiene como ayudantes a su madre, que le da la vuelta a las piezas una vez están cosidas, y a su marido, que se encarga de la colocación de las gomas: «Quiero hacer muchas y con ayuda avanzo más. Parece que no, pero esto lleva su tiempo, sobre todo los pliegues». Usa telas de diferentes colores, dice que para «darle alegría al aburrimiento», e incluso recurrirá a sábanas que tiene de su ajuar para contar con materia prima suficiente.

No es la primera vez que Dolo Sanlés se embarca en una misión solidaria. Hace unos años, con la colaboración de sus alumnas del taller de costura, confeccionó originales saquitos para cubrir las bolsas de la quimioterapia de los niños hospitalizados en A Coruña.