El descenso de cuotas amarga el regreso del cerco a la actividad

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

MARCOS CREO

Algunos barcos zarparon hacia el País Vasco para participar en la costera del verdel

29 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No son muchos pero ya hay cerqueros de la comarca de regreso al mar. Después de dos meses paradas, algunas embarcaciones volvieron a echar sus redes al agua en diferentes puntos del norte. Algunas unidades de Portosín están trabajando en el País Vasco para iniciar la campaña del verdel, otras en la zona de A Coruña y, en los próximos días, se espera que el resto de la flota de esta localidad leve anclas para ponerse en marcha. Mientras, el colectivo de Ribeira continúa amarrado. El regreso a la actividad no es el más deseado por el sector, pues el descenso de cuotas, principalmente de jurel -y a la espera de que le asignen los topes de sardina-, ha provocado mucha incertidumbre entre armadores y marineros.

El representante del colectivo en Ribeira, Francisco Ayaso, destacó que algunos barcos de la zona ya están faenando en el golfo de Vizcaya. En este sentido, comentó que están trabajando lejos de la costa y por el momento «están collendo algo de sardiña, pero págase moi pouco».

Este armador hizo mención a que la mayor parte de la flota gallega lleva amarrada desde los primeros días de diciembre, cuando hubo fuertes temporales, y también por la escasez de capturas y los bajos precios. La intención de la mayoría de los cerqueros con base en la capital barbanzana es comenzar «a mediados de febreiro».

Uno de los motivos de este retraso se debe a que, este año, el Gobierno central redujo, «nun 40 % os topes de xurelo, polo que temos que repartir o máis que poidamos. Se comezamos agora esgotaremos antes o tope e, aínda por riba, o prezo non é o mesmo», subrayó.

Zona octava

La reducción de capturas afecta a la zona octava que comprende desde Touriñán hasta la costa francesa, que es «na que máis traballamos». Eso sí, Ayaso reconoció que en la zona novena, que va desde Camariñas hasta el Estrecho, aumentó un 20 %.

Este armador comentó que la preocupación del sector incluye, además del jurel, la sardina. En este sentido, apuntó que están a la espera de que la Administración central fije los topes para esta especie pelágica en las próximas semanas, pues todavía desconocen la cantidad que les asignarán para este año.

El portavoz del colectivo ribeirense también se refirió a los problemas que tiene el sector con el verdel. No entiende cómo las autoridades tienen echado el freno en su captura, aunque «hai xarda en abundancia no Cantábrico. Non é normal que cando a temos nas nosas costas non a deixen pescar».

El portavoz de la Asociación de Cerqueros de Galicia (Acerga) en la comarca, el portosinense José Blanco, también mostró su decepción por la reducción en un 40 % de los topes de jurel para esta campaña. Eso sí, reconoció que a ellos les afectará algo menos, pues con el incremento del 20 % en la zona novena «o impacto vai ser inferior, pero aínda así estamos preocupados, pois todo o que sexa reducir non é bo para o colectivo».

Esta asociación apuesta por un reparto más equitativo e insiste en la necesidad de que se haga por marinero: «Poñer topes diarios por home e barco sería moito máis xusto para todos».

La mayor parte de la flota con base en Portosín zarpará en los próximos días y, posiblemente, lo hará rumbo al País Vasco, para participar en la costera del verdel, que ya está abierta.

La cotización del jurel preocupa al sector, ya que el año pasado llegó a ocho céntimos el kilo

Los armadores observan todos los años como los problemas se van acumulando sobre las cubiertas de sus embarcaciones. La temporada pasada, las capturas de sardina se acortaron en el tiempo e incluso tuvieron que parar en verano al agotar los topes la mayoría de las naves. El jurel tampoco fue su refugio preferido. Un tamaño poco comercial, unos precios más bajos de lo habitual y unos cupos pequeños provocaron las quejas del colectivo. Y es que en algunas lonjas, en concreto en la de Portosín, el kilo llegó a pagarse a ocho céntimos, una cantidad muy inferior a la calidad del producto.

José Blanco destacó que se presenta un año muy difícil, tanto para la sardina como para el jurel. Sobre la primera especie reconoció que el año pasado tenían casi once mil toneladas para toda la flota, incluida la portuguesa y la andaluza. Ahora se está negociando para esta temporada y «esperamos chegar ás 30.000 toneladas, pois os informes son positivos nos caladoiros».

Rebajas (Sálvora-Opinión)

El mes de enero es tradicionalmente el mes de las rebajas. Comenzaron los grandes almacenes, pero ahora también las pone en marcha la Administración. Esta iniciativa comercial llegó al sector pesquero y más concretamente a la flota del cerco. El jurel es uno de los principales pilares de sus capturas, pero las autoridades han metido la tijera y han llegado hasta donde más duele, al bolsillo. Queda ver cómo afectará a todo el colectivo.