El clúster de acuicultura trabaja en el cultivo de macroalgas para cerrar el ciclo de cría del abalón

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

Investiga en el centro tecnológico de Couso el aprovechamiento de aguas de los parques de rodaballo

13 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La investigación en materia acuícola cuenta en el parque de industrias blancas de Couso, en el municipio de Ribeira, con un centro de referencia que, además, favorece el crecimiento de un sector que se mueve en ámbitos muy dispares. Se trata del Centro Tecnológico del Clúster de la Acuicultura (Cetga), que acaba de emprender un innovador proyecto sobre cultivo de microalgas para, por ejemplo, completar el ciclo de cría de la oreja de mar o abalón.

Los trabajos, que ya comenzaron a principios del pasado mes, consisten en el estudio y desarrollo industrial de sistemas de policultivo integrado que permitan sacar partido de los efluentes que provienen de instalaciones acuícolas.

Desde el Cetga explican que el proyecto está orientado al aprovechamiento de las aguas que proceden de los tanques en los que se cría el rodaballo para destinarlas al cultivo de microalgas. Esos vegetales, a su vez, serán utilizados como alimento para el desarrollo de la oreja de mar, un molusco herbívoro que posee un elevado valor comercial.

Efectos positivos

Fuentes del centro tecnológico manifiestan que se trata de un campo experimental de carácter novedoso desde el punto de vista de la industria. Además, resaltan que tiene efectos muy positivos, dado que lo que busca es conseguir un mejor aprovechamiento de los recursos.

Por una parte resulta beneficioso para el medio ambiente, y a nivel de las empresas acuícolas españolas, constituye un elemento que puede contribuir a incrementar su competitividad.

El clúster coopera desde hace tiempo en proyectos de investigación vinculados a la cría de la oreja de mar. Desde el Cetga indican que lo que se está desarrollando ahora es una prueba piloto con el fin de saber si es viable el cultivo de esas algas como fuente de alimentación. De esta forma podría completarse el ciclo.

Los resultados que se obtengan serán proporcionados a la industria para su utilización.

La investigación, que se prolongará hasta el próximo año, se lleva a cabo en colaboración con la Fundación Biodiversidad y el Ministerio para la Transición Ecológica. Está enmarcada en el proyecto Pleamar, que cuenta con financiación del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca.

Aunque inicialmente el planteamiento se realiza para ver si resulta factible con la oreja de mar, en el futuro, si los resultados son positivos, no se descarta que pueda aplicarse a otros ámbitos acuícolas, buscando siempre completar los ciclos de cría que se llevan a cabo.