Ability, el germen en Ribeira de un gran centro educativo

M. X. B. RIBEIRA

RIBEIRA

La academia de Susana Argibay abrió sus puertas ofreciendo clases de inglés y refuerzo, pero aspira a contar con más especialidades

05 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Abrió sus puertas con dos materias, inglés y refuerzo, pero la academia Ability aspira a ser un gran centro educativo. La emprendedora que la ideó, Susana Argibay Pérez, confía en que algún especialista más se instale en las tres aulas que todavía están vacías, para ofrecer así a los ribeirenses un amplio abanico de ofertas enmarcadas en el sector formativo.

Ella juega en esta nueva aventura con la ventaja que aporta la experiencia. Y es que antes de abrir este negocio propio en las inmediaciones de la plaza del Centenario, estuvo impartiendo clases en otro local del centro de Ribeira y, posteriormente, en O Touro. Formación tampoco le falta, puesto que tras licenciarse en Administración y Dirección de Empresas, se trasladó a Irlanda para estudiar inglés.

Por el momento cuenta con una compañera de trabajo, Jenny Argibay, que imparte clases de refuerzo de Infantil y Primaria en el aula que alquiló en Ability. «A idea que eu teño é que nas outras tres aulas se instalen mestres de ESO e Bacharelato, un profe de francés, un monitor de informática ou un logopeda, de forma que este local sexa un gran centro ao que as familias poidan enviar aos seus fillos para acudir a varias clases», explicó Susana Argibay.

Los profesores podrían con este modelo compartir de algún modo alumnos, un aspecto a tener en cuenta, puesto que solo a inglés acuden actualmente 80 chiquillos.

Alberto Pazos, el artífice

Para hacer realidad este proyecto, Susana Argibay puso encima de la mesa la idea y una buena dosis de ilusión, pero su marido, Alberto Pazos, materializó el sueño. Él se encargó de diseñar el espacio y de asegurarse de que fuera dotado con materiales de alta calidad.

Por motivos laborales, no pudo estar hace unos días en la fiesta de inauguración de la academia, pero sí estuvo su hermano, José Manuel Pazos, a quien le había encargado la misión de sustituirlo en el control de las obras durante el último mes. Sí estuvieron, arropando a la emprendedora, un buen número de alumnos, amigos y familiares, entre los que se encontraban sus hijos, Alan y Carlos.