El voto de calidad del alcalde fue decisivo para sacar adelante las cuentas
28 sep 2019 . Actualizado a las 13:53 h.Lo que ocurrió en el pleno de aprobación de los presupuestos de este año -que ascienden a 22,3 millones de euros- es un buen anticipo de lo que le espera al gobierno de Ruiz Rivas durante este mandato. El visto bueno a las cuentas del Concello de Ribeira pendió de un hilo, el voto de calidad del alcalde, que permitió darles luz verde tras un empate técnico de nueve votos a favor y nueve en contra. La abstención del BNG y la ausencia de la número dos del PBBI, Herminia Pouso, facilitaron un acuerdo en el que «a gran beneficiada é Ribeira».
Tanto la portavoz del equipo de gobierno, María Sampedro, como el alcalde insistieron en que la aprobación de los presupuestos del 2019 tiene como objetivo, por una parte, consolidar el gasto ya realizado, y por otro, dar cumplimiento a una serie de compromisos plenarios adquiridos a lo largo de este año, tanto por la corporación anterior como por la actual. Ruiz Rivas remarcó algunos aspectos incluidos en las cuentas, como la actualización de la relación de puestos de trabajo y de los contratos de servicios como el de alumbrado o la recogida de basura, el aumento del gasto en dependencia o las aportaciones para ejecutar una nueva excavación en el castro de A Cidade, entre otras actuaciones.
«Se crera que estes compromisos poden agardar ao ano 2020 non os traería a pleno, seguiríamos cos orzamentos prorrogados e poríame a negociar os do 2020», aseguró Ruiz, que apeló a la responsabilidad de los demás grupos. Sin embargo, lo que encontró en la oposición fueron, sobre todo, críticas.
Críticas al retraso
El nacionalista Xosé Vázquez Cobas fue rotundo: «Foi vostede o que decidiu non presentar estes orzamentos cando tocaba, se non se proban a responsabilidade é súa». Con todo, aunque realizó una extensa relación de las cuestiones que echa en falta en las cuentas, anunció la abstención de su grupo al reconocer que ellos mismos habían apoyado en pleno muchos de los acuerdos que incluyen.
Xurxo Ferrón, de Suma Ribeira, enumeró una serie de cuestiones que los presupuestos deberían cumplir y no lo hacen, y también señaló al alcalde como el principal responsable si las cuentas no salían adelante. Anunció asimismo su voto en contra, al igual que el PBBI. Vicente Mariño de Bricio mostró su sorpresa por que se llevase el proyecto económico a pleno a finales de septiembre: «Creía que nos iba a traer los del 2020. Estas son unas cuentas prácticamente cerradas».
Por su parte, el PSOE no desveló su decisión hasta el momento de la votación, pero insistió en criticar las formas y emplazó al gobierno a negociar los presupuestos de este año: «Sempre nos terá dispostos a dialogar, pero non a tragar con rodas de muíño», señaló José Manuel Vilas.
Tras las exposiciones de la oposición, Manuel Ruiz insistió en que no existe margen para la negociación de los presupuestos del 2019: «O meu marxe de manobra é o que levamos gastado máis o comprometido por este pleno, non hai máis, o demais é un bride ao sol, é ridículo negociar algo que non se pode aplicar. Se o orzamento non se aproba hoxe, mañá non temos forma de negociar nada».
Así las cosas, se procedió a la votación, en la que hubo que ir a la segunda vuelta para la aprobación de los presupuestos del 2019, en la que el alcalde hizo valer su voto de calidad para lograr su objetivo.