Palmeira quedó por la gran cantidad de gente que acudió a la sexta edición de la fiesta del cefalópodo
26 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Llegar hasta el puerto de Palmeira ayer al mediodía no era tarea fácil. Coches por todos los lados colapsaban el centro de la localidad. Todos querían llegar al mar. Y es que allí estaba esperando la estrella de las fiestas gastronómicas del verano, el pulpo. Una leve brisa recibía a los numerosos comensales que no querían perderse la oportunidad de degustar un producto que preparaba con maestría Manuel Veloso, que no daba abasto «non che podo atender», contestaba con una pieza de grandes dimensiones entre sus manos y que estaba lista para su elaboración. Eso sí, solo tuvo tiempo para recordar que entre el sábado y ayer, los comensales se zamparon una tonelada de cefalópodo.
Una de las personas más contentas por el éxito de esta edición era el concejal Emilio Pérez Outeiral que permaneció casi todo el día al pie del cañón. «As colas son moi largas. Isto está a tope de xente». Y es que aún por encima, los que acudieron a la llamada del pulpo en Palmeira se encontraron con la agradable sorpresa de que estaba más barato que el año pasado, «un euro menos», asentía un comensal.
La familia ribeirense formada por Juan, Begoña y su hijo estaban muy sorprendidos pues no se esperaban un evento gastronómico de estas características ya que era la primera vez que acudían a la fiesta pero «volveremos todos os anos que podamos». Juan José es un vecino de la localidad que siempre que puede baja al puerto a «tomar unha tapiña. Está moi bo, aínda que o mellor fáltalle repousar uns cinco minutos». Pero se fue satisfecho.