Vecinos de Castiñeiras consideran que la depuradora perjudicará a las playas y a un banco marisquero

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

gus de la paz

Iniciaron una campaña de recogida de firmas tras la concentración

17 ago 2019 . Actualizado a las 22:07 h.

«Non queremos a depuradora aquí», fue la consigna lanzada durante la concentración que vecinos de Castiñeiras efectuaron ayer en el lugar en el que está prevista la ubicación de la planta de mejillón. Dos personas de la localidad, Nieves Argibay y Andrés Lijó, se encargaron de leer un manifiesto que explica que el rechazo surge de la convicción de que perjudicará a la mayoría de la población, a las playas, a un banco marisquero, y que ya está suponiendo la destrucción del entorno.

«Estanse a romper as rochas do acantilado do Castro para beneficio dun particular, estase a facer un recheo invadindo o litoral e deteriórase a imaxe da nosa paisaxe», señalaron, al tiempo que apuntaron que los vecinos no fueron informados con antelación «e a maioría decatámonos de que nos viña este esperpento enriba cando escoitamos as escavadoras picando nas pedras».

Por su parte, el concejal de Suma Ribeira y portavoz de la comisión de afectados, Xurxo Ferrón, dio a conocer algunos datos técnicos a los que ha tenido acceso. Explicó que la previsión es que se traten diariamente 18.000 kilos de mejillón y que la concesión otorgada por Portos es por 15 años, prorrogables por otros 50. También comentó que el proyecto salió a exposición pública en el 2015 y que, en enero del 2017, el técnico municipal de Medio Ambiente realizó un informe con algunas puntualizaciones.

De forma espontánea tomaron la palabra algunas niñas, una de las cuales lloró al decir que no quería la destrucción de la playa.

Solicitud de reuniones

Xurxo Ferrón explicó que el colectivo constituido tras tener conocimiento de que iba a realizarse una depuradora de mejillón espera mantener una reunión con el alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz, así como con la presidenta de Portos de Galicia, Susana Lenguas Gil.

De forma simultánea, el grupo ha iniciado una campaña de recogida de firmas para dejar constancia del rechazo existente a la construcción de la planta. Al término de la concentración, Nieves Argibay comentó que los vecinos no cesarán en su empeño hasta conseguir que la depuradora no se emplace en este lugar: «Vainos limitar a todos os efectos. Implica un deterioro ambiental na zona e supón un gran impacto». Asimismo, Nieves Argibay se refirió a que la actividad provocará ruidos, entre otras molestias: «Aquí cerca hai un colexio e vai supoñer un aumento do tránsito de camións».