Helmut Bande: El hombre al que el mar le corre por las venas

laura veiga / m.g. RIBEIRA/LA VOZ

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

El ribeirense se lanzó a abrir una escuela tras hacerse con premios nacionales e internacionales en regatas

04 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El mar corre por las venas de Helmut Bande quizá ya desde antes de haber nacido. Sus hermanos, que ya practicaban vela y windsurf, se convirtieron en sus profesores. Una vez que supo nadar, empezó a practicar vela y con cinco años ya navegaba solo. «En mi casa teníamos un optimist, que es el tipo de barco con el que empiezan los más pequeños y solo tiene plaza para una persona; en cuanto aprendí, ya iba yo solo. Luego empecé a hacer surf y kitesurf», explica este regatista que parece tener talento para todos los deportes acuáticos.

Precisamente por ser una afición que ya viene de familia, Bande siempre supo que quería dedicarse a esto. No obstante, afirma que los deportes náuticos «son una rama difícil». Para empezar, advierte de la inexistencia de un título que unifique estos conocimientos: «Sé que se hizo un experimento para formación relacionada con la vela y que también incluía el PER, pero no fue adelante y solo tuvo una promoción. Actualmente necesitas especializarte con títulos de federaciones, organizaciones y más»; pero también hace hincapié en la zona geográfica: «En Galicia, estas disciplinas se practican menos que en otras partes de España, como el área mediterránea, por el clima, pero también porque tenemos menos turismo».

Aún así, este deportista no dejó de luchar por sus sueños. Con 8 años ya competía en vela ligera; con 16, en la categoría crucero y con 18 ya era monitor de vela y windsurf.

Numerosos campeonatos

En su larga trayectoria, Helmut Bande puede presumir de haber sido dos veces campeón gallego en la modalidad crucero, una vez en dorna, subcampeón de España en platú 25 y tercero en el mundial de vela en la categoría IMS670. «Hubo una época muy buena en la que había dinero y patrocinadores y yo tuve la suerte de poder estar en esos proyectos», agradece el deportista.

Sin embargo, Bande también reconoce, no sin pesar, que el deporte de la vela ha cambiado bastante desde sus inicios: «Ahora como mucho participo en diez regatas al año, o incluso menos. La crisis lo cambió todo. Antes de ella, había competiciones cada 15 días durante todo el año, participaban 35 barcos y en ocasiones hasta teníamos un salario. Hoy en día está un poco crudo y si consigues que se inscriban 20 embarcaciones ya es un número bastante elevado. Además, hay una gran actualización y a grandes velocidades, lo que hoy vale, mañana a lo mejor ya no. Por ejemplo, el platú 25 desapareció. Ahora estoy en una etapa de mi vida en la que no necesito participar en tantas competiciones, me centro en mi trabajo y cuando puedo salgo a disfrutar».

El regatista también recuerda algunos momentos que le hicieron replantearse su afición: «El mar es un medio hostil. Hubo incidentes y muertes que me tocaron muy de cerca y me hicieron replantearme si de verdad quería seguir practicando este deporte, que me apasiona, pero que al final también supone un riesgo que no se puede ignorar. Después de vivir estas cosas, pasas un tiempo un poco bajo, pero siempre acabas volviendo, aunque el miedo sigue ahí».

La faceta de profesor

Además de participar en competiciones de vela con el Club Náutico de Ribeira, Helmut Bande también cuenta con su propia escuela de deportes acuáticos desde hace cinco años, Geckos Surf&Sup, situada en la playa de Coroso: «Estuve varios años barajando la opción de abrir la mía propia después de haber trabajado en otra, pero siempre pensaba en el riesgo que era. Luego, conocí a mi pareja y ella me animó muchísimo. Entre los dos abrimos la escuela».

En ella, se ofrecen actividades de surf, windsurf, stand up paddle y kayak, tanto para clases de grupos como individuales. Además, desde hace años colaboran con la Escola de Verán del Ayuntamiento de Ribeira, ofreciendo cursos para los niños.

En parte, su trabajo en el negocio es lo que le impide tomar la salida en más regatas: «La más importante en la que participábamos era la Rías Baixas y es el 15 de agosto. Teniendo un negocio que se dedica a los deportes acuáticos y que está orientado al turismo, no puedo irme en pleno verano». Pero también supone una gratificación después del esfuerzo puesto en ella.