Los de Javier Bragado y Bautista Santos ascendieron tras remontar el 6-3 de la ida ante el Burela
18 sep 2019 . Actualizado a las 18:52 h.Lo acontecido ayer en A Fieiteira durante el partido de vuelta de la semifinal de la fase de ascenso a la Liga Galega de Fútbol que enfrentó a los infantiles del Sálvora y del Burela (6-1) quedará grabado en las gradas ribeirenses durante mucho tiempo. Y bien se merecen la eternidad. Tras haber protagonizado un gran papel en este playoff, los pequeños ribeirenses que dirigen Javier Bragado y Bautista Santos salieron muy tocados de un partido de ida en tierras lucenses que les costó tener que remontar un 6-3 en casa. Tal y como explicaron desde la directiva del Sálvora, «estaba todo muy difícil, era prácticamente una utopía», en palabras de Artola. Pues estos pequeños desafiaron lo imposible y ya pueden decir muy alto que son jugadores de liga gallega -ascienden directamente dos equipos sin necesidad de un cruce en una final-.
Los momentos previos al choque no estuvieron despojados de cierta polémica, pues el Burela llegó a solicitar que se asignasen árbitros neutrales -una petición que económicamente debe correr a cargo del club que la solicita- y así fue. Sin embargo, fueron los mismos colegiados que señalaron el primer gol de los ribeirenses en el minuto 7, con autoría de Carlos Lijó. Y cuando llegó el momento de marcharse a vestuarios, el electrónico indicaba un duro 3-0 a favor de los locales, gracias al doblete de Benito Bretal.
Devolver la goleada
La vuelta del descanso fue más de lo mismo, un Sálvora imponente que seguía fabricando ocasiones con peligro para devolverle la goleada a un Burela que en el 52 volvía a ver a Lijó subiendo al luminoso otro gol, el 4-0. Iker Tato y Víctor Martínez también dejaron destellos de calidad y de paso el quinto y el sexto del Sálvora en las mallas. Ya en el descuento, el lucense Pablo González marcó el gol de honra para el Burela.
«No recuerdo haber visto A Fieiteira como ayer desde hace muchos años. Y tampoco tengo palabras para describir lo que hicieron estos chicos, cómo lucharon y todo el apoyo que nos dieron desde la grada. Ha sido un éxito rotundo, pero también inesperado. Se lo merecen», explicaba un emocionado y orgulloso Artola, señalando que desde ayer se suceden constantemente las felicitaciones de distintos clubes y aficiones de toda Galicia.