José Vidal, presidente de la agrupación de los mariscadores de Ribeira, que ayer echó el cierre a la actividad extractiva en sus concesiones, no dejaba lugar a la interpretación en su valoración sobre la campaña: «Mal. Non houbo moito marisco e os prezos tampouco axudaron moito». Ciertamente, con los datos en la mano puede decirse que el resultado ha sido decepcionante, ya que los productores ribeirense trajeron a tierra apenas 46 toneladas de bivalvo.
Ni siquiera la ampliación de la campaña, que se alargó hasta ayer en un intento por aprovechar la previsible revalorización del marisco en las fechas previas a la Semana Santa, sirvió de mucho: «Algo de resultado deu porque entre xaneiro e febreiro estivemos máis de un mes pechados, pero ultimamente os prezos da ameixa roxa aínda baixaron». Las últimas semanas no han contribuido demasiado a mejorar las cifras del marisqueo, no en vano, desde la reapertura de la actividad el pasado 11 de febrero se capturaron apenas 4.733 kilogramos de bivalvo, frente a los 41.332 extraídos entre noviembre y enero.
En cuanto a los precios, en el primer tramo de la campaña la cotización media fue de 18,69 euros el kilo, mientras que en las últimas semanas se situó en 17,43. Esto, unido a la escasez de capturas, habría llevado a muchos mariscadores a abandonar esta actividad para dedicarse a otras artes. De hecho, según los datos aportados por la propia cofradía ribeirense, el primer día de trabajo salieron al mar 122 profesionales, frente a los nueve que lo hicieron ayer.