Pesca, marisco, conservas, quesos y bebidas elaboradas en Galicia triunfan en el Salón Gourmets

RIBEIRA

moncho ares

Productos de la lonja de Ribeira fueron protagonistas de las degustaciones con platos elaborados por Kike Piñeiro

11 abr 2019 . Actualizado a las 13:12 h.

En el tercer día del Salón de Gourmets, pesca, marisco, conservas, quesos y bebidas asumieron la representación de la gastronomía de Galicia, a través de actividades a cargo de la lonja de Ribeira (encuadrada en la marca PescadeRías), Orpagu (Organización de Palangreros de A Guarda), Jealsa, Frinsa, Ramón Franco, la DOP Arzúa-Ulloa y Habelas Hailas.

Todas las empresas gallegas que se encuentran desde el lunes y hasta mañana en el considerado primer escaparate europeo de los productos delicatesen, participan como requiere un evento de estas características, es decir, con sus manufacturas habituales y referencias con las que llamar la atención de un público exigente, ya que, cabe recordar, la feria está pensada para profesionales, de ahí que en sus pasillos y salones sea fácil encontrarse desde famosos de los fogones hasta rutilantes estrellas de la televisión y reputados expertos en el apasionante mundo de la gastronomía.

Ayer le tocó el turno al pescado de la lonja de Ribeira, encuadrado en la marca institucional PescadeRías, que compareció de la mano de su gerente, Fernando Carreira, y cocinado por un chef barbanzano, el pobrense Kike Piñeiro, del restaurante Horta do Obradoiro, de Santiago de Compostela, quien preparó sendos platos de xarda y pinto, no sin antes poner de manifiesto su pasión por la tierra que lo vio nacer y haciendo votos por la preservación del mar y una explotación racional de sus recursos: «Mi vida toda sabe a salitre», confesó Piñeiro, que se declaró devoto del pescado y el marisco del principal puerto artesanal de Galicia.

El cocinero preparó una exquisita xarda con salsa pilpil, con lechuga de mar y aceituna negra deshidratada, en una sopa de almendra y ajo, que causó sensación; y pinto con mejillón tigre, con hierba de rocío. Fernando Carreira, por su parte, explicó tanto el proceso de captura como de subasta del pescado de Ribeira, la cantidad de especies que pasan por las instalaciones y la apuesta por seguir mejorando tanto el producto como su comercialización.

Los ribeirenses cogían de esta forma el testigo del berberecho de Noia, que ya había dejado un buen sabor de boca el martes, así como el mejillón de Galicia y las conservas de pescado y marisco, que fueron asimismo protagonistas de las degustaciones que a lo largo de los tres primeros días de feria se efectuaron en el estand institucional que comparten las consellerías de Mar y Medio Rural, que se han convertido en la atracción del salón, tanto por los productos que cada día se someten a prueba como los que se muestran en el medio centenar de expositores, como por su estructura, en la que mar y tierra quedan representados por la imaginación de decoradores como el boirense Juan Ares, de quien llaman la atención los norais de red reciclada.

En el mismo recinto, se dio paso, a continuación a una degustación de atún de anzuelo, a cargo de Orpagu, cocinado por Emma Pinal. La Organización de Palangreros de A Guarda tuvo un doble protagonismo, porque al señalado se sumó una promoción de productos del mar conjunta con Conxemar, Opromar y la OPPC-3. Las cuatro organizaciones ofrecieron una actividad centrada en los beneficios de los productos del mar congelados, cocinando en directo y degustando los platos. Al acto asistió la subdirectora general de Acuicultura y Comercialización Pesquera, Carola González Kessler, así como representantes del sector pesquero, administración pública, consumidores y estudiantes de la Escuela Superior de Hostelería de Madrid. El chef Alberto Moya realizó albóndigas de tintorera y calamar; hamburguesas de merluza o pez espada al estilo Amalfi, y destacó la versatilidad que tienen los productos pesqueros congelados.

En niguna feria con proyección internacional pueden faltar las conserveras barbanzanas, no en vano es este territorio el que concentra la mayor producción europea de pescados y mariscos enlatados. Jealsa, con la marca Escurís, Frinsa o Ramón Franco están siendo la punta de lanza del buen hacer de este pilar de la economía de Barbanza.

La empresa fundada por Jesús Alonso hace sesenta años mostró los nuevos diseños de sus envases de la marga delicatessen, Escurís, así como dio a conocer la gama prémium que ya tiene a punto para incorporar al mercado, en la que la procedencia del producto forma parte de su presentación ante el consumidor. La conservera de A Pobra, por su parte, volvió a hacer del mejillón de su propia cosecha el producto estrella de la gama con la que acudió a Madrid, con su propietario Ramón González en primera fila.

También se presentó en Madrid la licorera Habelas Hailas, que si sorprendió el primer día con un licor café blanco, no dejó de hacerlo a lo largo de las siguientes jornadas con la nueva gama de cremas estacionales (con dibujos de Davila) y, lo que es más curioso, una novedosa sangría blanca, bajo la marca La Fabulosa, y que está llamada a triunfar el próximo verano.

Y en lo que atañe a los productos de tierra, las vinos y los quesos de todas las DOP de Galicia se codeaban con los del resto de España, con un papel especial el derivado lácteo, que ofrecía una degustación de la DOP Arzúa-Ulloa al tiempo que queseras a título individual o al amparo de la Xunta atendían a los expertos a través de captaciones a pie de stand, a la espera de que se haga público el resultado del campeonato nacional de quesos en el que figuraban entre los finalistas: dos Queinaga y un Don Crisanto, de la DOP Tetilla; Galmesano, de la DOP Arzúa; Carlos Reijo, de la DOP Cebreiro; Airas Moniz, de Chantada; Prestes, de Vilalba; y los ahumados Eume, Don Crisanto y Casleiras.