«O máis raro que me tocou ser foi docente de música»

La Voz

RIBEIRA

05 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Isabel Santos representa a la perfección el cúmulo de vaivenes que puede vivir un profesor a pesar de haber conseguido plaza en una oposición. La pobrense, docente de la especialidad de letras clásicas -materias de latín, griego y Cultura Clásica-, impartió clase el pasado curso en el IES A Cañiza (Pontevedra), al igual que los últimos seis. Como tantos otros compañeros, opta a una plaza en el concurso de traslados que le acerque a la comarca y, aunque logró la suya hace décadas, este año es el que más posibilidades tiene de conseguirlo.

En todo este tiempo, Santos ha sido testigo de cómo han cambiado las condiciones y recuerda que, a pesar de que ahora los interinos y sustitutos pueden elegir una determinada provincia o un rango de kilómetros, en su caso el adjetivo que mejor describe su lista de destinos es lejana, con Viana do Bolo o Viveiro como ejemplos.

«Lembro que me deron unha interinidade en Verín o día que ía a dar a luz», recordó sonriendo de lo que luego se traduciría en una curiosa escena, en la que tuvo que tomar posesión de la plaza in extremis y luego acabó atrapada en una nevada con su pequeño de tan solo 18 días. Bajo esta dinámica pasó una década hasta que logró plaza, en 2008, en el instituto pontevedrés. Tuvo fortuna y cuenta algunos de sus mejores años en el IES Número Un de Ribeira gracias a una permuta y comisiones de servicios.

Llamada de la Xunta

«O máis raro que me tocou ser foi docente de música», explicó Isabel Santos, regresando al pasado, al momento en que acababa de matricularse en un curso de diseño de páginas web y un viernes al mediodía recibió la llamada de la Consellería de Educación. «Cando colguei o teléfono non estaba moi segura do que acababa de aceptar», rememoró la docente de un año en el que, por un cambio del plan de estudios, había pocos titulados que podían impartir esta materia, de la que fue jefa de departamento.

«Houbo xente da miña promoción que o pasou francamente mal, sen saber o que era unha clave de sol», destacó Santos que tuvo la suerte de contar con nociones básicas. De la misma forma, llegó a dar ética y filosofía de segundo de bachiller «con toda a responsabilidade que supón».