El parque natural sirve de banco de pruebas sobre el cambio climático

Ana Gerpe Varela
Ana Gerpe RIBEIRA

RIBEIRA

Carmela Queijeiro

Investigadores de la Universidade de Vigo estudian los efectos en la fauna y la vegetación

25 mar 2019 . Actualizado a las 10:06 h.

Los estudios sobre el cambio climático predicen, en el caso de Galicia, un aumento de las temperaturas y una reducción de las precipitaciones. En cierto sentido, las variaciones que están produciéndose -períodos de sequía inusualmente prolongados y frecuentes- constituyen un adelanto de lo que aventuran los investigadores. Los efectos de estas alteraciones en la flora y la fauna preocupan, lo que motiva la realización de análisis para anticipar lo que puede suceder. El parque natural de Corrubedo, debido a su grado de conservación, sirve a un equipo de la Universidade de Vigo como banco de pruebas.

En una superficie dunar próxima a la playa de O Vilar, cuatro pequeños invernaderos perfectamente repartidos permiten calentar el terreno medio grado. En el espacio que ocupa cada uno se ha enterrado un termómetro electrónico. Las estructuras fueron colocadas en septiembre y, cada tres meses, el profesor de la facultad de Ciencias del Mar Mariano Lastra y el alumno de doctorado Hamza El Morabet acuden al lugar para coger muestras.

Su última visita fue esta semana. Mediante unos tubos, introducidos a varios centímetros, recogieron muestras de tierra en cuatro puntos delimitados fuera de los invernaderos y otras tantas dentro de estos. El propósito, comenta Mariano Lastra «es determinar la influencia del calentamiento global en el metabolismo del suelo».

Analizan, entre otros parámetros los nutrientes inorgánicos, como fósforo o nitrógeno, la materia orgánica y la humedad.

Dióxido de carbono

El estudio finalizará en septiembre y el análisis de los datos recabados durante 12 meses permitirá determinar si el aumento de la temperatura favorece una mayor liberación de dióxido de carbono, cómo puede afectar a la cobertura vegetal, a la fauna o a la proliferación de especies invasoras en el espacio protegido.

Un medidor de CO2 es uno de los instrumentos que siempre acompaña al equipo, dado que las emisiones de dióxido de carbono constituye uno de los aspectos sobre el calentamiento global que mayor preocupación suscita.

Esta es la segunda fase de un experimento que comenzó hace unos dos años, precisa Mariano Lastra. En la primera etapa, también efectuada en el parque dunar, se hizo un seguimiento de la evolución del suelo dunar a distintos niveles y distancias -cerca de la playa, en un punto intermedio y junto a las rocas- y en diversos períodos.

Sobre los motivos de la elección del parque natural, Mariano Lastra comenta que debido a su nivel de conservación. Sin embargo, el equipo de la Universidade de Vigo, en el que también interviene la profesora del departamento de Biología María Jesús Iglesias, efectúa simultáneamente este trabajo de campo en otros tres lugares, en este caso ubicados en municipios de la Costa da Morte. Se trata de las dunas de Soesto, en Laxe; arenal de Trece, en Camariñas, y Nemiña, en Muxía. Explica Lastra que estos cuatro puntos seleccionados: «Son representativos y sirven como modelos de Galicia».

La tercera fase del estudio llegará el próximo otoño, cuando se lleve a cabo la comparativa de los datos obtenidos en cada estación y se analicen los resultados. Mariano Lastra comenta que uno de los propósitos del equipo es efectuar alguna sesión divulgativa para dar a conocer el trabajo realizado.

La isla de Sálvora es un campo de experimentación para los investigadores en ámbitos muy diversos. Uno de ellos afecta también al cambio climático y comenzó hace tiempo de la mano de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Concretamente, el director de estas investigaciones es el catedrático de Ecología Rubén Retuerto, quien en la actualidad coordina a un equipo encargado de analizar la incidencia del calentamiento en especies vulnerables, cuya supervivencia se ve amenazada por las variaciones ambientales que están registrándose.

En concreto, el análisis está efectuándose sobre tres ejemplares concretos que son frecuentes en las zonas litorales. Los investigadores hacen pruebas tanto relativas al aumento de la temperatura del terreno como de ausencia de precipitaciones.

Hace cuatro años, otro equipo coordinado por Retuerto estudió los efectos del cambio climático en la proliferación de la uña de gato, una especie invasora. Explica que los resultados pusieron de manifiesto que su expansión se ve favorecida.