Nuevos inquilinos en la plaza del Centenario de Ribeira

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

Una familia de jabalíes se pasea desde hace días por el parque urbano de la capital barbanzana

02 nov 2018 . Actualizado a las 20:49 h.

Tranquilamente y en fila india. Así se pasea desde hace días una familia de jabalíes por la plaza do Centenario de Ribeira, donde las huellas de su paso quedan patentes en las zonas ajardinadas de este parque en las que apareció la tierra levantada después de que escarbaran con el hocico en busca de semillas. Se trata de una hembra y tres crías pequeñas que han escogido este entorno del casco urbano ribeirense para buscar comida.

Lo más normal es verlos de noche, «y si nadie los molesta y están tranquilos, pueden llegar hasta a meterse en el medio de las casas. Han aparecido también en el puerto de Aguiño y en el centro de Corrubedo», explicó el concejal de Seguridade Cidadá de Ribeira, Víctor Reiriz, que dijo que se les había podido ver a las cuatro de la tarde cerca la pista de skate y en las inmediaciones de los juzgados de la capital barbanzana. Según reconoció el edil ribeirense, mañana está previsto acudir a la zona con varios perros para intentar que se marchen del casco urbano y regresen a los terrenos de coto, donde todos los sábados se están realizando batidas.

Por el momento, en estas jornadas de caza solamente se ha conseguido abatir a siete ejemplares. El motivo: la destreza innata de estos animales para eludir al hombre, y la falta de precipitaciones y las temperaturas altas de las últimas semanas. «Son muy escurridizos y con el tiempo seco los perros no pueden rastrearlos. Ahora que empieza a llover ya será otra cosa», afirmó Reiriz. Además de estas batidas semanales, los cazadores también hacen guardias nocturnas de cuatro personas todos los jueves y sábados para intentar controlar el avance de esta colonia.

Sin miedo a cruzar la calle

La familia de cerdos salvajes está compuesta por una madre y tres crías, que durante las noches pasean por el parque urbano en busca de comida, e incluso han llegado a cruzar la carretera para comer la hierba que crece al lado de los árboles que decoran la calle Otero Pedrayo.

Lugar estratégico

La presencia de estos cerdos salvajes en el centro de Ribeira no es nueva, ya que a principios del pasado mes de septiembre otra familia se paseó por la zona de la plaza del Centenario.

En aquella ocasión también se logró ahuyentarlos para que regresaran a los montes, pero está visto que esta especie es cada vez más urbana y no le importa pisar el asfalto.