«Nado y compito con gente 'normal' y les doy guerra»

antón parada

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

El integrante del coruñés Natación Liceo, que posee una pierna más corta que la otra, quedó tercero en la travesía Illa de Rúa

13 jun 2018 . Actualizado a las 13:05 h.

Para aquellos que no sean asiduos a la natación, cubrir una distancia de 4.400 metros requiere de respeto y, como mínimo, de cierta sorpresa ante aquellos que lo consiguen. Sin embargo, hay casos que sobresalen entre otros y el de Jacobo Garrido Brun (A Coruña, 2002) es uno de ellos. Este joven fue el tercero en completar la segunda Travesía a Nado Illa de Rúa de Ribeira, solo que cuando salió del agua lo hizo cojeando. La razón es que posee una pierna más corta que la otra desde que nació, aunque eso no le impedirá nadar otros 7.500 metros este fin de semana.

«Cuando era pequeño, el médico me recomendó este deporte porque no forzaría la pierna ni haría gestos que pudiesen perjudicarme, así que me eché a nadar», recordó Garrido de lo que empezó como una suerte de terapia y acabó convirtiéndose en un pilar de su vida, cuando se creó el Natación Liceo, en el centro educativo del que toma el nombre. Entre esas paredes y arropado por sus compañeros y amigos se dio cuenta de que ya no nadaba solo por receta médica.

Hacia el europeo

«Hace cinco años entré en la natación para personas discapacitadas y empecé a tomármelo de forma competitiva», señaló el nadador, que se marca como meta morder una medalla en el Campeonato de Europa de Natación para personas con discapacidad, competición que tendrá lugar a mediados de agosto y para la que ya está clasificado en los 400 metros. No obstante, cuando pronuncias el nombre de Jacobo Garrido, ya hay quien lo coloca en las olimpiadas de Tokio 2020.

«Me gusta más la natación en aguas abiertas que en piscina», explicó el coruñés que cumplirá 16 años en agosto y que ya había participado el año pasado en esta prueba solidaria, destinada a recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Lo cierto es que Garrido se lo toma como una preparación y podría ponerse a prueba en cualquier otro torneo, pero prefiere elegir este tipo de jornadas altruistas, como la que organiza su club cada enero, para ayudar a la investigación de la ELA.

Este entregado nadador ya puede decir que fue el quinto de su edad en el Campeonato de España de Aguas Abiertas en Bañolas y que intentará mejorar su marca en Sevilla este año. Garrido también bromea con su condición, a la que le resta importancia al afirmar «nado y compito con gente ‘normal’ y les doy guerra», para automáticamente puntualizar, sonriendo, que «bueno, gente normal somos todos, me refiero a nadadores convencionales».

Por este motivo, cuando se le pregunta qué consejo le daría a alguien en una situación similar, que esté dudando sobre si lanzarse a la piscina o no, él responde: «Solo tiene que intentarlo».