Cesáreo Canabal: «Cuando llegué, muchos no sabían quien era la patrona»

RIBEIRA

MARCOS CREO

El sacerdote reconoce que le duele «un poquitín» que el martes no sea festivo, pero respeta la decisión

08 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado julio se cumplieron 38 años desde que Cesáreo Canabal (Boqueixón, 1930) ofició la primera misa como sacerdote de la iglesia de Santa Uxía, una parroquia desde la que promovió y vio crecer las celebraciones en honor de la patrona del municipio. En las próximas semanas colgará la sotana, por lo que este será el último año en el que presidirá los actos religiosos de estas fiestas, que para él tienen un sabor agridulce porque no será festivo, «pero respeto la decisión, aunque no estoy de acuerdo».

-¿Qué recuerdos tiene de su llegada a Ribeira?

-La verdad es que elegí yo la fecha de llegada, el 16 de julio, día del Carmen, porque Ribeira y el Carmen tienen un hermanamiento muy profundo y yo intenté despertarlo más en mis hermanos marineros.

-Desde que llegó se fijó como objetivo dar a conocer a la patrona, ¿qué balance hace del trabajo realizado todos estos años?

-Cuando llegué la conocían como la fiesta del cura, porque se limitaba solo a eso, a cuatro curas que venían aquí y a cinco personas que asistían a los actos en el templo. Pasaba sin pena ni gloria. De hecho, creo que cuando llegué, muchos no sabían quien era su patrona, no sabían si el Carmen, San Roque o Santa Uxía.

-Fue uno de los que luchó porque fuera festivo, y justo en su despedida vuelve a ser día laboral. ¿Cómo le ha sentado?

-Me dolió un poquitín que este año no sea festivo, pero respeto las decisiones de los demás. Si quiero que me respeten, debo respetar a los demás. Lo decidieron así en votación municipal y estoy de acuerdo.

-¿Qué destacaría de las celebraciones de este año?

-Como el martes es día laborable, la eucaristía en honor de Santa Uxía tendrá lugar el domingo, en donde actuará la coral municipal que dirige el maestro Paisal. Luego, el día propio de la patrona -el martes- tendremos la eucaristía a las doce, y contaremos con la coral de Trintxerpe, que me realizará una especie de homenaje. Yo conocí al director en una visita que hice al País Vasco, y al saber que me marchaba quisieron hacerme una homenaje. Después habrá la procesión, que hará el recorrido habitual, y por la tarde también se celebrará otra misa para la gente que no pueda asistir por la mañana.

-¿Cree que ha llegado la hora de jubilarse?

-Los años pesan y mis limitaciones no llegan para una parroquia de 15.000 habitantes. Por el bien de la parroquia no quiero ser una carga. La serví cuanto pude y ahora que no puedo servirla, me parece que es un favor que le hago dejar paso a un sacerdote que pueda hacerlo mejor que yo.

-¿Y qué va a hacer ahora?

-Me voy para Santiago, donde tengo a varios sobrinos que me ayudarán. Me dedicaré un poco a leer, un poco a rezar, y como la vida activa me puede, supongo que podré ayudar en alguna parroquia de allí.