Los placeros de Ribeira piden la revisión de las tasas del mercado, que ven «desproporcionadas»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

El Concello señala que no hubo incremento, sino que se agruparon los pagos y que algunos puestos abonan menos

19 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Placeros de Ribeira y Concello mantienen una pugna en relación a las tasas por la ocupación de puestos en la que las afirmaciones de unos y otros difieren. En un escrito remitido al Ayuntamiento, en el que piden la revisión de las tarifas, los vendedores aseguran que estas se han visto incrementadas un 130 % desde el traslado a las nuevas instalaciones, lo que califican de «desproporcionado».

Afirman que la primera subida se aprobó en una sesión plenaria que tuvo lugar en mayo del 2016 y que estuvieron conformes, pero señalan que en enero de este año se acordó en pleno un nuevo incremento del 30 %.

El colectivo considera que se le están repercutiendo los gastos de mantenimiento del inmueble, mientras que en el Concello se indica que el dinero que abonan está muy lejos de cubrir los gastos, al tiempo que se recalca que los vendedores reciben contraprestaciones, como la de conserjería, apertura, limpieza y mantenimiento.

Los placeros también se quejan porque la planta carece de climatización, una mejora que el Concello ya anunció que acometerá en breve.

Las tarifas

El alcalde recalcaba ayer que la cuota que trimestral pagan ahora los placeros es igual a la de hace un año e, incluso, inferior en los puestos más pequeños. Manuel Ruiz manifestó que la única modificación realizada en las ordenanzas fue la relativa a la simplificación de los pagos, ya que ahora se agrupan en un solo recibo conceptos que antes se abonaban por separado. Uno de ellos es la cuota por el uso del almacén y el otro, el de la licencia municipal anual.

Los números

Analizando las ordenanzas del 2016 y del actual ejercicio se observa que, con la reordenación de recibos a la que se refiere Ruiz, los puestos más pequeños, los que ocupan las pescantinas y que tienen dos metros cuadrados, pasarían de los 125,4 euros mensuales a 110.

En el caso de los denominados puntos de venta cerrados que carecen de almacén propio, el importe a pagar cada mes, efectuando los cálculos según lo establecido en las ordenanzas y sumando los distintos conceptos se incrementaría en 2,3 euros con respecto al 2016.