¿Quién quiere pilotar este barco?

RIBEIRA

Oscar Vázquez

Desde enero de este año, los exámenes que capacitan para gobernar una embarcación de recreo son mucho más simples. en torno a un millar de nuevos titulados se sumarán a lo largo del 2015 a la cifra de 50.000 patrones ya existente

05 jun 2015 . Actualizado a las 13:39 h.

«Navegar es necesario, vivir no», dicen que dijo Pompeyo. Los gallegos parecen llevar en la sangre ese lema desde antes de que lo lanzara el general romano. Aparte de los numerosos profesionales de las flotas de pesca y mercante que trabajan por los mares de todo el mundo y de los marinos de la Armada, unos 50.000 residentes en Galicia poseen títulos o licencias que los capacitan para gobernar embarcaciones de recreo. Otros mil se incorporarán probablemente durante este año a esa nutrida nómina de lobos de mar.

El pasado 24 de mayo, 425 aspirantes se examinaron en los tres centros habilitados en Galicia para estas pruebas, ubicados en Vigo, Ribeira y Ferrol. Otros 600 se esperan entre el examen extraordinario de julio y el ordinario que tendrá lugar en septiembre. Con un índice de aprobados superior a los dos tercios, y sumándoles los que accedan (sin examen) a licencias federativas, la cifra de nuevos titulados este año oscilará en torno al millar.

En los exámenes de mayo, los aspirantes a patrón ya tuvieron más fácil acceder al título que quienes se examinaron el año pasado. El Real Decreto 875/2014, publicado en el BOE del 11 de octubre del 2014, reduce el contenido teórico de las materias que se deben estudiar, para reforzar la formación práctica. Por ejemplo, en la titulación más demandada, la de patrón de embarcaciones de recreo (PER), el examen ha pasado de 75 a 45 preguntas, y para aprobarlo han de acertarse 32; el programa incluye conocimientos de nomenclatura náutica, amarre y fondeo, seguridad, legislación, balizamiento, reglamento para la prevención de abordajes, maniobra, emergencias, meteorología, teoría de navegación y ejercicios con la carta. Se eliminan, pues, las materias de propulsión y radiocomunicaciones y se reduce el contenido de teoría de la navegación. Para compensar, las prácticas de radio, que eran de dos horas de duración, se sustituyen por un curso de operador, de ocho horas. Las prácticas de seguridad y navegación siguen siendo de 16 horas, pero se intensifica su contenido. Si se quiere habilitar el título de PER para la navegación a vela también son necesarias unas prácticas, que durarán, como antes, otras 16 horas.

Aparte de la simplificación de los estudios, la nueva normativa implica una ampliación de las atribuciones del PER (pueden verse en el cuadro de la página siguiente). Si ya venía siendo la titulación más requerida, a partir de ahora aún lo será más. 

MARCOS CREO

BIBIANA ÁLVAREZ, Instructora de navegación

«La asignatura principal es el sentido común»

Bibiana Álvarez Seoane, cambadesa, lleva ya diez años impartiendo formación para navegar en su escuela, Alvamar, de Vilagarcía. Empezó de niña, en los Optimist de los campamentos de la Xunta. Se licenció en Educación Física, pero su pasión por el mar la llevó a titularse en náutica, primero en puente, luego en máquinas. ¿Qué es lo primordial que debe aprender un aspirante a patrón? La instructora no lo duda: el sentido común. «Que tengan claro ?dice? que aunque hayan hecho las prácticas obligatorias, aún no están preparados. Tienen que navegar con gente experimentada». «E levar moitos carallos», dice otro instructor, sumado al corrillo que se forma frente a la Escuela Náutico-Pesquera de Ribeira. Aquí, la palabra comodín significa sustos. «Ya no digo llevar sustos ?sigue Bibiana?, pero sí salir de rutinas y aprender siempre. Hay que navegar con otros patrones, para ver otras maneras de hacer las cosas».

La navegante no está conforme con el último cambio normativo. «Es una reforma pensada para el Mediterráneo y para los ricos; la ampliación de atribuciones del PER, para gobernar barcos de hasta 24 metros de eslora, aquí no tiene sentido, porque barcos tan grandes ni los va a tener casi nadie ni hay amarres ni varaderos. Y a nivel operativo hay varias prácticas que me parecen poco adecuadas, especialmente las de radio, demasiado largas».

¿Es caro navegar? «Es caro porque nos falta cultura marinera, creemos que es cosa de élites y así tenemos muchos clubes carísimos y mal hechos. En Bretaña, el área de referencia de la navegación de recreo europea, amarras donde quieras por diez euros, todo son facilidades. Aquí te sale por un ojo de la cara».

PACO RODRÍGUEZ

ÁNGEL RODRÍGUEZ GARRIDO, Presidente de club náutico

«Los amarres solo son caros si se especula con ellos»

El Club Marítimo de Oza O Puntal es, según dice Juan Carlos Rodríguez, miembro de su directiva, «democrático e interclasista, y el más barato de España». Esta clasificación es difícil de comprobar, pero sí es cierto que en toda Galicia O Puntal es como ejemplo de iniciativa colectiva para abaratar la práctica de la navegación. Ángel Rodríguez Garrido, presidente de la sociedad, coincide en que los amarres «solo son caros si se especula con ellos», que es lo que suele pasar con marinas creadas por grandes grupos empresariales que aspiran al beneficio o incluso a crear un reducto de élite. «Esto lo creamos unos cuantos aficionados a la pesca que varábamos las lanchas en la playa de Oza (A Coruña). Surgió la oportunidad de poner unos pantalanes, y formamos la sociedad. Al principio éramos 133 socios, ahora somos 500. Los precios los mantenemos al mínimo. La cuota social es de 9 euros al mes. Los barcos de 6 metros pagan 24 euros, los de 8 pagan 36; las varadas son doce euros, por cobrar algo, el material que hay es de todos. Cuando un socio quiere dejar su amarre, se le devuelve el dinero proporcional al tiempo de concesión que no disfrutó y vuelve al club». Una derrama y la ayuda de Caixanova y del Ayuntamiento sirvieron para hacer el edificio social. Hoy tienen una larga lista de espera, que los hace aspirar a una ampliación de instalaciones en terrenos baldíos al otro lado de la playa de Oza. Si lo consiguen, será para disfrute de muchos.

MARCOS CREO

SÁNDRA ÁLVAREZ, Aspirante a patrona de embarcaciones de recreo

«Para ir por las rías no necesitas un barco enorme»

Sandra Álvarez, viguesa, se examinó el pasado 24 de mayo para hacerse con el título de patrona de embarcaciones de recreo, el PER, pero ya era una navegante experimentada y titulada como patrona de navegación básica, PNB. «Hice ese título porque creí que ya me llegaba con los 8 metros de eslora, pero ahora quería ampliar y me presenté». El examen para ella fue más sencillo que para los aspirantes sin otra titulación, porque solo tuvo que responder al temario no comprendido en la formación para la navegación básica. El examen le pareció fácil, aunque «diferente a los ejercicios que hacíamos en clase, especialmente los problemas de carta, que me llevaron bastante tiempo». No tuvo que sufrir ninguna pregunta trampa, «pero tuve dudas en una sobre qué tipo de fuego no puedes apagar con agua». Sandra disfruta de su barco en un campo de navegación ideal, la ría de Vigo. «Nuestro barco es de motor, y lo usamos para ir de paseo y practicar algún deporte náutico», dice. «Solemos ir a las Cíes, a darse un chapuzón, a pasar la tarde con los amigos». En cuanto a los costes, reconoce que «lo más caro son los amarres y el mantenimiento. Yo tengo la suerte de que mi padre es mecánico y nos hace las revisiones, pero hay que sacar el barco a tierra, cuidarlo, echarle patente, y todo eso lo encarece. Pero es una actividad muy bonita, yo animo a todo el mundo a que se lance, porque para pasear por las rías tampoco necesitas un barco enorme».

J. C. MARTINEZ

ANTONIO QUEIRUGA, Armador de pesca

«Cos adiantos que hai, agora patrón é calquera»

H ay otra formación no reglada para ir al mar, que es la tradición. Antonio Queiruga, armador de Portosín, empezó a navegar con su padre, Antonio Ansioso, a los 8 años de edad. Ahora tiene 73 y sigue viviendo en su pueblo, uno de los puertos gallegos más transformados por el auge de la navegación deportiva. Portosín es el club náutico de Santiago y eso le ha dado nueva vida. Pero las artes viejas de la navegación sin electrónica se van perdiendo. «Andabamos ?dice? nun bote a remo e vela á sardiña, o congrio, a faneca, o ollomol, os burases (panchos). O bote tiña catorse cuartas (unos tres metros) de quilla e temos ido ata O Pindo a por carnada, e cando non había vento, bogando, que xa é bogar».

Antonio reconoce que su pueblo se ha reanimado gracias al puerto deportivo, 270 amarres a tope de ocupación, pero defiende el legado pesquero cuando dice que Portosín mantiene una de las principales flotas de cerco del Norte, entre ella sus dos barcos, manejados por otros tantos hijos, el Ansia y el Arela, que ahora andan al bocarte frente a Avilés.

¿Qué cómo navegan los ocupantes del puerto deportivo? Pocos días al año, pero sin mayor problema. «Agora patrón é calquera, cos adiantos que hai, o GPS, as sondas, o radar». «Con néboa, nós navegabamos só co rumbo de compás. Cando eu era pequeno, caeu no mar un avión non sei se alemán ou inglés, e un vesiño que andaba ao congrio marcouno polas estrelas; moito ten pescado meu pai xunto aos restos do avión, só pola marcasión das estrelas. Eso agora xa non se sabe, e non debería perderse».