Un médico que recetaba calidad humana

Ana Lorenzo Fernández
A. Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

Manuel Escurís Reinoso
Manuel Escurís Reinoso cedida

Manuel Escurís Reinoso falleció este miércoles a los 70 años en Rianxo

24 may 2023 . Actualizado a las 21:36 h.

Hay personas que nacen con vocación de ayudar a los demás. Y una de ellas era Manuel Escurís Reinoso. Para muchos fue su médico de cabecera, para otros un gran amigo, hijo, hermano, padre y marido; pero, por encima de todo, el recuerdo que prevalece es que era alguien que se hacía querer. «Además de la calidad humana que tenía con sus pacientes y la dedicación a nuestros padres; con cualquiera que tuviese un problema, ahí estaba él para resolverlo», recuerda su hermana Elisa.

Manuel Escurís nació en Bertamiráns en 1952 en la casa de los abuelos maternos, pero pronto la familia se mudó a Rianxo donde fijarían su residencia, aunque él tendría varios destinos a lo largo de su vida antes de regresar definitivamente a la villa barbanzana. Desde pequeño tuvo muy claro que él quería ser médico, y ese empeño lo llevó a ingresar con 9 años en el colegio La Salle de Santiago, ciudad en la que también estudiaría la carrera de Medicina, «y en la que sacó curso por año. Fue un niño muy responsable, un joven muy responsable y un adulto muy responsable».

Además de descubrir su vocación, en las aulas universitarias Manuel conoció a su compañera inseparable, Beni García, con la que se casó al finalizar sus estudios y con la que tendría tres hijos —«sus soles, como los llamaba él»— Beni, María José y Carlos. Pero antes de ver aumentar la familia, «cuando se licenció él cogió su coche y se fue pueblo por pueblo buscando uno en el que hubiese necesidad de un médico». Así llegó a Toral de los Vados, en León, para luego pasar consulta en Cacabelos y O Bolo; y tras una pequeña etapa en la política en la que estuvo de delegado de Sanidade en A Coruña, llegaría al centro de salud de Boiro, de donde ya no se movería hasta su jubilación.

«Era un médico con un muy buen ojo clínico, a veces ni hacía falta que te viese para decir lo que te pasaba. Además, tenía una gran calidad humana con sus pacientes, se volcaba con ellos y les ayudaba en todos sus problemas, daba igual de que se tratara, iba a su casa o les decía a donde tenían que ir. Era una devoción total por su profesión, y nunca le oí quejarse», recuerda su hermana.

Su abuelo materno lo aficionó a la caza y su padre a la pesca, las dos grandes pasiones que compartía con su profesión, hasta que hace dos años el cáncer vino a echar por tierra todos sus planes. Este miércoles Manuel Reinoso fallecía a los 70 años, y sus restos están siendo velados en el crematorio de Rianxo, donde será incinerado el jueves a las 14.00 horas. Por la tarde, a las 19.00, tendrá lugar el funeral en la iglesia de Santa Columba.