Laura Losada, investigadora oncológica: De Rianxo a Boston para luchar contra el cáncer
RIANXO
La joven se mudó a Estados Unidos para trabajar en el hospital Dana-Farber, institución asociada a Harvard
25 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Pocas personas son más admirables que las que luchan de forma incansable por salvar vidas. Médicos, enfermeros, cirujanos y demás personal sanitario que a diario de visten de héroes para prolongar todo lo posible la existencia de sus pacientes. Esto es un trabajo, de una importancia incalculable pero detrás hay más profesionales que desde la sombra luchan por el mismo objetivo.
Este es el caso de Laura Losada (Rianxo, 1999), que reside en Estados Unidos, más concretamente en la ciudad de Boston, para desempeñar su labor como investigadora oncológica. Este año la joven comenzó a trabajar en el hospital Dana-Farber Cancer Institute, asociado a la prestigiosa universidad de Harvard.
En el centro, estudia a diario nuevas posibilidades para curar diversos tipos de cáncer, rodeada de algunas de las eminencias científicas más reconocidas a nivel mundial: «É un orgullo tremendo para min poder estar aquí. A pesar do altísimo nivel que teñen os investigadores aquí, sempre están dispostos a escoitar a opinión do máis novato, e iso ten un gran valor».
Pasión por la biología
La relación de Laura y la ciencia viene de muy atrás, concretamente desde que empezó su trayectoria académica, donde desde un primer momento mostró una gran devoción y facilidad por esa rama del conocimiento: «Dende pequena me chamaron a atención as ciencias, pero non sabía en concreto por onde tirar. Ao principio quería estudar algo relacionado coa medicina, despois interesoume a física, ata que finalmente optei pola bioloxía, a miña gran pasión».
Con sus preferencias decididas, la rianxeira hizo las maletas para mudarse a Santiago de Compostela, con el objetivo de cursar el bachillerato internacional en su rama preferida.
Durante su formación, obtuvo la motivación que necesitaba para continuar con su esfuerzo e ir concretando poco a poco cual sería su especialidad. Tras esto, Laura obtuvo el grado en Biología por la Universidade de Santiago de Compostela, pero lejos de parar, decidió continuar con su formación, solicitando unas prácticas que le llevaron por primera vez a los Estados Unidos, trabajando de una forma cada vez más enfocada en su objetivo: «Fixen as prácticas aquí e á vez matriculeime nun máster en bioquímica, bioloxía molecular e biomedicina na Universidad Complutense de Madrid».
Una vez acabado su período de prácticas y tras obtener especialización, a Laura le llegó la oportunidad de entrar en el Dana-Farber Cancer Institute como una trabajadora más, cumpliendo así uno de sus sueños más anhelados: «É un dos mellores centros do mundo no que a investigación oncolóxica se refire. Mandei decenas de correos, superei a nota de corte e tiven que pasar 12 entrevistas, pero pagou a pena por entrar aquí».
Sin miedo
Aunque el hecho de formar parte de una institución de la más absoluta élite, y más aún por el hecho de estar asociada a Harvard, a la rianxeira no le dio vértigo afrontar este reto: «Visto desde fóra impón moitísimo e máis co mitificado que está todo arredor desta universidade. Pero, unha vez dentro, daste conta de que é totalmente normal. O que si que se nota é o gran presuposto do que dispón, o que facilita a presenza de profesionais de primeiro nivel e bos materiais».
Con tan solo 23 años, Laura Losada se encuentra en un lugar inimaginable para la mayoría de personas. Esto está a la altura de unos pocos privilegiados, que además de tener una mente prodigiosa, también destacan por sus incansables ganas de seguir formándose: «Dentro de dous anos, cando se acabe meu contrato, quero facer un doutoramento en Harvard para así poder seguir coa miña carreira de investigadora dende outro nivel».
Un espíritu incansable acompañado de un intelecto superlativo que provocan que Rianxo y Barbanza tengan una representante en uno de los lugares más prestigiosos del planeta en términos científicos.
Laura, junto con sus compañeros, trabaja a diario por encontrar la cura de una de las enfermedades que más castiga a los seres humanos. Un trabajo en la sombra, en el que además de desarrollar medicamentos, se crean muchas esperanzas.