Se iluminaron la capilla de San Bartolomé y el Cuartel Vello, este último con diversas figuras con efecto hipnótico sobre la mirada.
Y tampoco faltó oportunidad para reflejar la historia en las fachadas de los inmuebles, con la proyección de imágenes de época de Rianxo. El Festival da Lúa volvió a sorprender.