Un ganadero de Rianxo denuncia que han matado a una de sus vacas

La Voz RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

CARMELA QUEIJEIRO

Explica que contactó con varios veterinarios, pero que no llegaron a tiempo para salvarle la vida al animal

16 ene 2022 . Actualizado a las 11:31 h.

Ni ha sido la primera vez, ni cree que sea la última. Así lo reconoce el ganadero rianxeiro Olimpio Vigo Pérez, que este viernes desayunó con otra mala noticia. La enésima. Una de sus vacas había aparecido muerta en una de las fincas que tiene en la parroquia Asados: «Matárona, metéronlle un pau, sangraba moito e morreu alí mesmo por ese motivo. Non puiden facer nada».

Explica que contactó con varios veterinarios, pero que no llegaron a tiempo para salvarle la vida al animal. Dueño de dos explotaciones, esta de Asados y otra en Negreira, afirma que comienza a cansarse de los problemas que cada cierto tiempo sufre en Rianxo.

«Está claro que quen o fixo é mala xente. Non se pode tratar así aos animais. Acababa de ter un pucho, que agora queda só. Espero que outra das vacas poida aleitalo, senón a ver como vou facer», explica el barbanzano, de nuevo golpeado por un mal que lleva ya años detrás de él: «Non teño probas para dicir quen foi, porque ademais estou seguro que actuaron de noite».

A la Guardia Civil

Reconoce Olimpio Vigo que trató de ponerse en contacto con los miembros de la Guardia Civil, pero que todavía no ha podido cursar la denuncia. Se pregunta si valdrá de algo: «Teñen moito traballo e é moi complicado descubrir quen foi».

Aunque cree saber quien pudo ser, no dice nombres: «O luns irei polo cuartel a interpoñer a denuncia». Espera que entre los agentes del puesto rianxeiro y los miembros del Seprona se pueda solucionar un problema con el que ya ha perdido novillas en diversas ocasiones. Algunas, por el veneno; en otras, incluso por una paliza.

«Son moi boas, tratar así a un animal xa non sei como definilo», afirma este ganadero al que se le puede ver el dolor que le causa cada animal que pierde. Alguno bajo los colmillos del lobo. «Esta vez era un lobo, pero de dúas patas», afirma un Olimpio Vigo que incluso piensa en tirar la toalla y llevarse a todos sus animales de Rianxo.