Rianxo pierde a Maruchi Fernández, una gran activista social, cultural y deportiva

RIANXO

CARMELA QUEIJEIRO

Fundó un equipo de balonmano femenino que llegó a disputar dos finales nacionales y también creó la asociación Amas de Casa

04 nov 2021 . Actualizado a las 09:21 h.

Hay personas que hacen historia y a nivel de Rianxo, María del Socorro Fernández, conocida por todos como Maruchi, es una de ellas. Su marcha, a los 97 años de edad, causa un hondo pesar en una villa donde todos aplauden el trabajo que realizó como activista social, cultural y deportiva. Como una persona alegre, cercana y con un incomparable don de gentes la recuerdan los numerosos rianxeiros que un día se cruzaron en su camino. 

Desde la Sección Femenina de Rianxo, donde impartía clases de gimnasia, Maruchi Fernández reunió a un grupo de muchachas para formar un equipo de balonmano que entre los años 50 y 60 llevó el nombre del municipio a lo alto de los podios de Galicia y España. De hecho, el conjunto llegó a disputar dos finales nacionales, en el País Vasco y en Málaga.

Cuando abandonó el balonmano, emprendió una nueva aventura al frente de Amas de Casa. Impulsó esta entidad desde cero, hasta conseguir superar la barrera de los trescientos socios, entre los que había muchas mujeres, pero también un nutrido grupo de varones. Maruchi encontró en este colectivo la plataforma perfecta para revitalizar la danza, una afición que cultivó desde niña y que transmitió a las nuevas generaciones. De su mano, las rianxeiras también tuvieron a su alcance otras muchas actividades, como encaje de bolillos, pintura, cocina o manualidades.

Mientras desenvolvía una frenética actividad a nivel social y cultural, la incansable Maruchi sacaba tiempo para una de sus grandes pasiones: viajar. A lo largo de su vida visitó países como Marruecos, Grecia, Israel, Túnez, Francia e Italia.También estuvo en Tánger cuando el padre Agrelo fue nombrado obispo.

En Rianxo, la marcha de Maruchi deja un enorme hueco. Muchos tardarán en olvidar su rostro, en el que siempre aparecía dibujada una sonrisa.