El bloque formado por Rianxo y Muros arrancará su primera participación en la competición autonómica con uno de los bloques más jóvenes de Galicia
14 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La cantera lo es todo en el remo gallego. No existe equipo en Galicia que pueda subsistir sin cuidar y mimar a sus categorías base. Lo saben en Rianxo y Muros, cuyos clubes han estrechado lazos para debutar unidos en la Liga Galega de Traiñeiras femenina. Con un equipo que vivirá sus primeras horas de mar sobre una trainera, no cabe duda de que la ilusión será el motor que las haga volar. A pesar de su juventud, con prácticamente todo el equipo todavía militando en la categoría juvenil, el plan no es otro que demostrar que el trabajo realizado contra viento, marea y covid-19 ha sido suficiente para enfrentarse a las mejores embarcaciones de Galicia.
«A cuarentena foi dura. Tiveron que adestrar na casa, solas. Houbo baixóns, pero unhas foron tirando das outras. Hai que destacar o esforzo que fixeron todas elas». El que habla es Juan Ferreirós, técnico de la trainera rianxeira. Esta comenzó a gestarse el pasado año, de la mano de la regatas amistosas que celebraron ambos clubes y Esteirana. «A idea era que este verán remaran porque xa están en idade de competir na traíña. Pensamos que era importante dar un paso máis, vendo que ningún dos clubs non dábamos completado un equipo decidimos saír conxuntamente», explica Mino Martínez, responsable de las categorías base de Muros.
Sudar la camiseta
«As rapazas teñen moitísimo mérito. Está totalmente comprometidas», reconoce Ramón Vicente, presidente del Club Remo Rianxo, que afirma que el confinamiento fue un duro golpe para el equipo: «Ao principio custou mentalizarnos de que podíamos ser competitivos e saír ao mar. Pouco a pouco foron preparando a remada, axustando un pouco pequenas cousas e agora mesmo vemos un equipo con moitísimas ganas de saír a loitar».
Aunque la imposibilidad de remar juntas durante la pretemporada fue una piedra que costó levantar, también tuvo su parte positiva. «Creo que lles favoreceu facer traballo físico porque no mar nótase ese fondo que teñen. A traíña está correndo moi ben, a pesar de sermos un equipo moi mozo», reconoce Ferreirós.
Con la meta de poder disfrutar del agua y de una competición que suma enteros cada verano, Mino Martínez afirma que las sensaciones son positivas: «Esperamos estar dando guerra, é unha experiencia moi bonita. Grazas á súa implicación conseguimos manter o bloque e esperemos que dentro duns anos isto nos permita aos dous equipos contar con dúas traíñas no mar».
Con Cabo da Cruz como principal candidato al título tras la renuncia de Náutico de Ribeira, sus vecinas de la ría de Arousa querrán apretar los dientes y dar batalla a las boirenses. «O que importa é facer un proxecto de cara ao futuro», confiesa Ramón Vicente, que ya cuenta los días para que las guerras rianxeiras debuten en la Liga Galega de Traiñeiras.