La afluencia de gente fue escasa, pero los vendedores destacaron el hecho de que la actividad se haya restablecido
01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Con puestos en los que el gel desinfectante ocupaba un lugar bien visible y unos carteles advertían de la necesidad de usarlo antes de tocar algún artículo, los vendedores ambulantes de ropa, calzado y complementos regresaron ayer al mercadillo de Rianxo. Es el primer municipio del área barbanzana en el que el desarrollo de esta actividad se abre a todos los sectores desde el decreto de estado de alarma, una medida que, afirmó la presidenta que representa al colectivo, Margarita González, «pedimos que se adopte en todos los ayuntamientos».
Tienes que jugártela y arriesgarte. Hay que mover la economía»
Desde Portas, en Pontevedra, llegó Mónica Rumbo con su surtido expositor de ropa, al igual que el resto de comerciantes, echaba en falta mayor afluencia de gente: «Tienen miedo». Sin embargo, no se arrependía de haber tomado la decisión de acudir: «Tienes que jugártela y arriesgarte. Hay que mover la economía». Tampoco faltó a la cita el palmeirense José Vázquez, un habitual del mercadillo desde hace diez años. Aseguraba que «está un poco parado, en un domingo normal habría mucha más gente. Es lógico, existe temor al rebrote, pero hay que empezar».
No saco ni para gasolina, pero en casa tampoco podía estar»
Para guardar las distancias de seguridad, los puestos se distribuyeron entre la plaza Castelao, donde diversas señales advertían de la obligatoriedad de llevar mascarilla, y el paseo de A Ribeira. Precisamente, en este lugar se encontraba el puesto textil del ribeirense Dani Davila: «No saco ni para gasolina, pero en casa tampoco podía estar».
Era la primera toma de contacto y entre los vecinos que se acercaron a curiosear había un poco de todo. Algunos hacían lo que siempre se ha hecho en un mercadillo, revolver, mientras que otros se contentaban con mirar.
Los comerciantes son conscientes de que este será un año difícil y muchos reconocieron que no han querido arriesgar a la hora de adquirir artículos de temporada: «No sabes lo qué va a suceder», señalaba Vázquez.
La presidenta de la entidad de vendedores subrayó que a todos se les envió un protocolo con las medias a tomar: «También lo entregamos en el Ayuntamiento para poder hacer el mercadillo».