«Teño que mirar á miña filla desde unha ventá sen que me vexa, só ten 22 meses e non entendería que pasa»

Ana Gerpe Varela
Ana Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

Punto de prueba de coronavirus en Ourense
Punto de prueba de coronavirus en Ourense MIGUEL VILLAR

Auxiliar sociosanitaria, la vecina de Rianxo Cristina Rodríguez estuvo en contacto con una persona infectada

11 may 2020 . Actualizado a las 13:13 h.

Impaciente aguardaba Cristina Rodríguez, vecina de Rianxo, la llamada telefónica que recibió ayer por la tarde para comunicarle la fecha de realización de la prueba del covid-19. Será hoy.

Desde hace doce días, permanece en cuarentena a escasos metros de la vivienda familiar, en la antigua casa de su abuela, un inmueble deshabitado hasta ahora con significativas carencias: «Non teño auga quente, a instalación eléctrica é moi antiga, igual que o frigorífico, e non hai nin televisión».

Sin embargo, lo que más inquieta a esta madre de 36 años es que no puede estar con su hija, de la que están ocupándose sus padres: «Teño que mirala desde unha xanela sen que ela me vexa, só ten 22 meses e non entendería o que pasa». El contacto más cercano es mediante el teléfono móvil, la mayor tecnología con la que cuenta en su encierro. Las videollamadas le permiten contemplar a una pequeña ajena a todo: «Estou encerrada sen ver á familia e sen saber se son positiva».

Su particular travesía

Cristina Rodríguez Cespón es auxiliar sociosanitaria y trabaja en la atención a personas en sus domicilios. Su particular travesía con el coronavirus comenzó cuando le tocó reemplazar a dos compañeras que, ejerciendo su labor asistencial, estuvieron en contacto con una persona infectada.

Explica que cubrió esas ausencias un par de días, pero que el 27 de abril le notificaron que una de las personas atendidas había dado positivo: «Sóubose o sábado, pero non mo dixeron ata o luns. O que fixen foi illarme».

Con el fin de saber si podría estar contagiada, solicitó la realización de la prueba que, comenta, le hicieron a sus compañeras. En su caso, precisa, le dijeron que no «porque non tiña síntomas, carezo de patoloxías previas e tamén pola idade».

Los primeros síntomas

Sin embargo, todo comenzó a cambiar a principios de esta semana, cuando Cristina Rodríguez percibió síntomas: «Teño febrículas, entre 37 e 38 graos. Avisei á doutora do centro de saúde de Rianxo, que me dixo que nestas condicións me farían a proba».

Efectivamente, explica que el pasado miércoles recibió una llamada del Clínico de Santiago indicándole que le realizarían una prueba domiciliaria. Los vecinos de Rianxo tienen como hospital de referencia el CHUS compostelano, pero, en este caso, Cristina Rodríguez manifiesta que le comunicaron que iban a derivar su caso al Hospital Comarcal do Barbanza.

Reconoce que estaba angustiada ante la espera porque desconoce si puede estar infectada. No sabe qué pensar, dado que tiene fiebre y bastante tos: «A algunhas das miñas compañeiras xa lles fixeron varias probas».

Sin embargo, ahora le tocará aguardar todavía un poco más. Hoy le realizarán las pruebas que tanto ansiaba y el resultado se lo comunicarán el lunes. Sin embargo, comenta que aunque el dictamen sea positivo deberá continuar aislada mientras persistan los síntomas que tiene.

Por lo menos, con los resultados sabrá a que atenerse y conocer si finalmente resultó contagiada. Por el momento, tendrá que continuar mirando a su hija desde la ventana de forma agazapada y cara a cara a través del teléfono: «Mándame unha morea de bicos e ponse a bailar».