Las mujeres buscan su lugar en el callejero de Rianxo

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

Alumnos del colegio Rosalía de Castro colocaron varias placas con el nombre de rianxeiras ilustres

13 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Maruja A Ferrancheira, Carmen a Pachina, Mariña Riveiro, Teresa Castelao, Maruja a do Rejo... Todas ellas fueron vecinas de Rianxo que dejaron su pegada en la historia de la villa, pero que muy poca gente -sobre todo la más joven- conoce hoy en día. Por este motivo, el año pasado la AMPA Irmáns Insua, en colaboración con el CRA de Rianxo, inició una actividad para intentar sacar a la luz la vida y los logros de rianxeiras que tuvieron mucho que decir en el progreso del municipio.

Fueron los alumnos los que le preguntaron a sus padres qué mujeres creían que deberían tener un reconocimiento por parte de la ciudadanía y también, por qué no, en el callejero municipal. De ahí salieron muchos nombres de vecinas «que non aparecen nin nos medios nin nas redes sociais, pero que senón as recuperamos nós, pérdense na historia», explica Sol Beiroa, profesora en el centro Rosalía de Castro.

Precisamente, este colegio continuó este curso con la actividad iniciada el año pasado, en la que se crearon una serie de placas que ayer fueron colocadas en farolas, postes y calles situadas alrededor de las instalaciones educativas, salvo cuatro que se llevaron diversas familias para instalar en las casas donde habían vivido varias de estas vecinas ilustres.

Según explicó Sol Beiroa, se hicieron un total de 15 carteles. El objetivo no es incluir todas en el callejero municipal, pero sí reivindicar el peso que todas ellas han tenido en el porvenir del municipio. «Estas mulleres existiron e tiveron un gran valor para a comunidade e a aldea, por iso é tan importante recuperar os seus nomes e que non se perdan, sobre todo porque hai que modernizar e intentar buscar a igualdade tamén no rueiro municipal», reconoce la docente rianxeira.

Grandes historias

Entre las vecinas que se quiere homenajear, Sol Beiroa recuerda la historia de Maruja A Ferrancheira, que durante mucho tiempo se encargó de realizar los oficios religiosos en Taragoña porque había habido una polémica con la iglesia. «Foi unha muller brava que axudou e que foi moi importante para moitas familias porque tivo que dar misas ou facer enterros».

También incluye en este grupo de pioneras a Carmen a Pachina, la primera vecina que sacó el carné de conducir y que fue una de las impulsoras del área recreativa o del centro cultural de esa parroquia, además de poner en marcha el restaurante Pachín.