La artista que pasó del escenario a la empresa

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

cedida

La taragoñesa Maica Iglesias abandonó la música para adentrarse en el mundo del interiorismo y de la decoración

16 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue cantante de éxito en la década de los 90 y ahora es una empresaria que adora su trabajo. Es Maica Iglesias Meda (Taragoña, Rianxo), una persona ligada a la música desde muy pequeña por su familia y que se siente realizada con lo que hace en la actualidad. Es interiorista, decoradora y responsable de la firma Myka Deco, con sede en Santiago, donde tiene la tienda y el estudio.

Maica Iglesias dio sus primeros pasos entre fogones y mesas del restaurante familiar Casa Pachín, donde estuvo siempre «rodeada de gente». Además, la música estaba muy presente en su vida por la afición y la trayectoria de su padre, Ramón Iglesias, Pachín, que ejerció como vocalista en las orquestas Gran Peña y Andújar.

La vida transcurría feliz en su Taragoña natal. De muy jovencita acudía, como otros muchos chiquillos de la parroquia, al centro cultural a ensayar con la banda infantil, en la que tocaba el oboe. Mientras, en su casa, las bodas y banquetes eran habituales y ella ya cogía una pequeña pandereta para colaborar con las orquestas animando las veladas.

Primer disco

De la banda infantil surgió una orquesta, Galáctica, de la que era vocalista. Recuerda que una vez fueron a actuar a la Televisión de Galicia, donde la vio José Luis Blanco Campaña. La convenció para grabar un disco en gallego que fue un éxito de ventas. A partir de ahí comenzaron las galas y las actuaciones para sacar su segundo disco, este ya en castellano, y que «funcionó muy bien» en toda España.

Después de varios años y con el nacimiento de su primera hija, consideró que su etapa en los escenarios había llegado a su fin: «Me fui para siempre. Vivo otra vida que me gusta más y ahora me siento mucho más realizada». Profesionalmente se dedicó a la música durante una década.

Tenía que dar un giro a su vida y sus referentes eran sus padres, Ramón Iglesias y Carmen Meda, «una auténtica luchadora que no se amilana ante nada». Le encantaban los negocios y su primera incursión fue montar una tienda de decoración en Boiro. Después se trasladó a Bertamiráns con una socia y, hace unos seis años, abrió su propia empresa en la capital de Galicia, Myka Deco: «Fue una apuesta arriesgada, pero me vi preparada para ello».

El trabajo la absorbe por completo. No para. Atiende el teléfono, a los clientes y visita los locales o viviendas que se encarga de decorar. Recuerda que dio el paso en esta nueva andadura cuando la crisis estaba pegando duro, pero ese contratiempo «no me amilanó. Tengo un carácter como el de mi madre: trabajadora y emprendedora. También cuento con gente alrededor que me apoyó mucho. Fui poco a poco y hoy las cosas me van bien».

Esta taragoñesa es una apasionada de su profesión. Siempre pendiente de que todo lo que hagan esté perfecto. Se preocupa de estar al día en tendencias y modas. Viaja mucho y acude a ferias importantes como las de Madrid, París o Milán. También destaca que parte de su éxito se debe a sus trabajadores, pues «tengo un excelente equipo».

Pero Maica Iglesias también es muy nostálgica. Echa la vista atrás y se ve en su casa de chiquilla junto a sus padres, el restaurante, sus amigos, el centro cultural y la playa, sobre todo la arena y el mar. «Todos los domingos voy comer a casa de mi madre y cuando llego miro por la ventana para verlo. Es lo que más echo de menos. Se me pone la piel de gallina. Es realmente maravilloso», destaca.

Unos padres especiales

Los recuerdos de su niñez afloran con rapidez y en estos están presentes sus padres continuamente: «Tuve la suerte de tener unos padres maravillosos. Mi padre era súper alegre y mi madre todo carácter, que heredé. Los admiro por su capacidad de trabajo y su fuerza para comerse el mundo. Ellos me dieron todo cuanto necesitaba y me apoyaron siempre en todo lo que hice. Fueron cariñosos conmigo y al mismo tiempo duros, por eso les estoy muy agradecida por lo que han hecho y como me han educado».

La familia es su piedra angular. Tiene dos hijas y le cae la baba cuando habla de ellas: «Me siento muy querida por ellas. Son lo más importante en mi vida». La música perdió una gran cantante, pero ella se siente feliz con su trabajo y con los que la rodean.