Los alumnos del Brea Segade se convierten en pequeños pastores

A. PARADA RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

CEIP Xosé María Brea Segade / Fousas ao monte

El colectivo Fousas ao Monte y el colegio de Taragoña desarrollan un proyecto sobre la sostenibilidad del bosque

14 feb 2020 . Actualizado a las 10:51 h.

El recreo acaba de dar comienzo en el colegio rianxeiro Xosé María Brea Segade y los escolares empiezan a salir a jugar al patio, pero una buena parte de ellos pasa por alto la pista de fútbol para acercarse a una de las verjas de este centro de Taragoña. «Hai unha nova! Hai unha nova!», exclama, cargado de ilusión, uno de los pequeños. Al otro lado del cierre se encuentra el motivo de tanta expectación, las nuevas vecinas de esta comunidad educativa desde el pasado sábado. Nada menos que un rebaño de cabras autóctonas que forman parte de una pionera iniciativa desarrollada conjuntamente con el colectivo Fousas ao Monte y la comunidad de montes de Taragoña.

Bajo el título de Máis ca leña, ambas partes llevan a cabo un proyecto destinado a demostrar que la riqueza del bosque va más allá de la madera, con su aprovechamiento a través de la ganadería de pastoreo, la apicultura, el cultivo de setas y castañas o la resina de pino y el corcho del alcornoque. El primer paso ha sido la introducción de un rebaño de cabras autóctonas gallegas, una variedad que estuvo amenazada hasta su protección a comienzos del 2000 y de la que no hay muchos ejemplares.

GUS DE LA PAZ

Aunque lo cierto es que el número de cabras ya ha aumentado en Rianxo. Horas antes del inicio de ese recreo, cuando una docente fue a echarles un vistazo, una de ellas estaba pariendo. Nada raro para los pequeños, ya que el lunes había nacido otra cría.

Una iniciativa pionera

«Decidímonos por esta clase de animal polo tipo de monte abrupto», explica Emilio Saborido, responsable de Fousas ao Monte, puesto que la primera fase de Máis ca leña pasa por ir rotando estos ejemplares en una parcela de unos ocho mil metros cuadrados habilitada al lado del colegio -el Concello colaboró en la creación del recinto-, llena de maleza y brotes de eucalipto y acacias. Cuando los animales terminen su trabajo, en ese espacio se crearán pequeñas muestras del aprovechamiento de los recursos mencionados, con paneles explicativos.

La intención es que esa parcela funcione como un punto didáctico que también reciba visitas de alumnos de otos centros. La segunda fase es más ambiciosa aún, ya que la comunidad cuenta con un terreno cercano al colegio, de 10 hectáreas, en el que se realizarán estas mismas acciones, pero en mayor magnitud. «É un proxecto de futuro e continuidade. Trátase de conseguir un rabaño sostible», analiza Saborido, ya que quieren asociarse con la entidad de esta raza caprina (Capriga) para vender ejemplares y comercializar su carne. Y ya hay establecimientos hosteleros locales interesados.

«A idea a longo prazo é poder contratar a unha persoa con algún tipo de necesidade específica que atenda o rabaño», explicó Saborido del cariz de inclusión social por el que apuestan, al tiempo que se pone en valor el bosque y se genera empleo.

Educación privilegiada

«Todos recibimos o proxecto con moita ilusión, tanto o claustro como as familias do alumnado», explica la directora del colegio, Alma Caamaño, quien destaca la importancia pedagógica desde el mismo comienzo, ya que la labor de pastoreo supone una gran protección contra los incendios -con las llamas de marzo del 2019 todavía ardiendo en la memoria-, a lo que también anota: «E xa estamos pensando como traballar con eles o vídeo que tomamos do nacemento».

Además, Caamaño señaló que el contacto de los pequeños con estos animales está directamente relacionado con muchos aspectos del currículo. Por ese motivo, los integrantes de Fousas ao Monte realizan charlas teóricas en un aula, acompañadas de diapositivas. Porque lo fundamental es aprender que el bosque puede ser mucho más que leña.