Manuel Alonso: «Las alfombras en Galicia son anteriores al Corpus y queremos saber el origen»

A finales de noviembre tenía lugar la presentación de la Federación de Asociacións de Alfombristas Galegos de Arte Efémera, una entidad surgida con el fin de poner en valor una tradición que existe en un centenar de localidades gallegas y que consiste en engalanar calles y plazas con tapices florales coincidiendo con determinadas celebraciones. Al frente de la organización, de la que forman parte colectivos de Rianxo, Ponteareas, Ames, Bueu y Moaña; se encuentra Manuel Alonso Loriente. Su objetivo es aglutinar a todos los grupos de personas que están contribuyendo a perpetuar esta práctica milenaria.

-¿Cómo se gestó la creación de esta federación?

-La idea surge porque nos damos cuenta de que no existe contacto entre los distintos grupos de alfombristas de Galicia. Estamos acostumbrados a trabajar para nuestras celebraciones sin tener en cuenta lo que hacen los que tenemos al lado. Fue esa necesidad de compartir experiencias y de unir esfuerzos la que nos llevó a poner en marcha la federación. Queremos que también tenga valor a nivel formativo, para que aprendiendo unos de otros podamos mejorar nuestra técnica.

-¿De dónde procede esta tradición de confeccionar alfombras florales?

-Esa es una pregunta a la que también queremos dar respuesta desde la federación. Sabemos que hay un punto de partida común, pero también está demostrado que las alfombras en Galicia son anteriores al Corpus y queremos saber el origen. Aquí se utilizan flores para conmemorar diferentes festividades más allá del Santísimo. Tenemos contabilizadas un centenar de localidades gallegas donde existe esta tradición y no hay en España una superficie tan pequeña que concentre tantas alfombras.

-¿A qué puede ser debido este fenómeno?

-Tenemos encargado un estudio para determinar el origen de las alfombras en Galicia. Sabemos que el Corpus se introdujo en la comunidad entre 1300 y 1400, a raíz de unos acontecimientos ocurridos en Italia y Bélgica que se extendieron por toda la cristiandad, pero aquí cuajaron de forma especial y queremos determinar el motivo.

-Pero son pocas las localidades que están representadas en la federación...

-Sí, porque en la mayoría de esas cien localidades de las que hablamos es un grupo de personas el que confecciona las alfombras, pero nosotros necesitamos que se constituyan en asociación para ingresar en la federación. Creemos que esa es la mejor forma para perpetuar esta tradición.

-¿Aspiran entonces a aglutinar a todos los alfombristas existentes en Galicia?

-La idea es esa. De hecho, estamos en contacto con colectivos de varias localidades como Burela, Miño, Cangas, Redondela, Carballo y Vilagarcía.

-En Rianxo realizarán mañana una alfombra en favor del comercio local, ¿habrá más iniciativas de este tipo?

-Sí, porque la idea es extender la tradición de las alfombras más allá de esas celebraciones religiosas a las que suelen estar vinculadas. Esa es la forma de que se produzca ese intercambio de ideas y técnicas.

-¿En qué otras citas están trabajando?

-Estamos preparando un par de acciones para llevar a cabo de forma inmediata. A finales de febrero haremos unos talleres en Miño y luego queremos organizar algo novedoso y experimental, quizás en Pontevedra, pero aún no podemos desvelarlo. También tenemos en mente organizar un foro con conferenciantes que hablen del patrimonio inmaterial que constituyen las alfombras. Intentaremos que sea después de carnaval en Santiago y Pontevedra.

-¿Cuál es el gran reto que se plantea como presidente de la federación?

-Para mí, el objetivo principal es que los alfombristas nos conozcamos, algo que resulta más complicado de lo que parece. A nivel mundial, estamos peleando por conseguir que la Unesco reconozca el valor patrimonial inmaterial que tienen las alfombras florales.

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