Elsa tiró farolas y árboles y causó inundaciones durante la madrugada

Francisco Brea
F. Brea LA VOZ

RIANXO

ALVITE

En Mazaricos, las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento del Xallas y sus afluentes

19 dic 2019 . Actualizado a las 18:41 h.

La noche y las primeras horas de la mañana fueron duras para los miembros de muchos servicios de emergencias de la comarca. El fuerte viento y la lluvia caída provocaron múltiples incidencias, aunque no hubo que lamentar daños personales. En Ribeira, los bomberos tuvieron que acudir a dos viviendas por la inundación de sus garajes, una en la avenida de A Coruña y otra en Castiñeiras. También en Boiro intervinieron por este motivo en una casa de la calle Costadal. En Carnota, el río se desbordó a su paso por San Mamed y el agua fue directa a dos viviendas. Los vecinos pudieron bloquear las puertas con tablones y trapos para evitar que accediera al interior, aunque sí que afectó a los garajes. Protección Civil de Porto do Son tuvo que acudir a un edificio en la calle Xío, ya que se inundó la terraza de este y el agua acabó accediendo a dos viviendas. En una de ellas causó daños en la plaqueta.

Espectaculares fueron las imágenes que dejó la crecida del Xallas y de sus afluentes en Mazaricos. El caudal de ríos como el Maroñas, el Liñares y el Bouza subió hasta el punto de que el agua se salió de su cauce y acabo anegando muchas fincas.

La retirada de árboles caídos en carreteras y pistas fue una constante en toda la comarca. Los bomberos de Boiro tuvieron que acudir a las 9.00 a retirar un eucalipto que cortaba la vía que une Ponte Beluso con Lousame. A los 30 minutos consiguieron abrir un carril para que el tráfico pudiera reanudarse. También sufrieron los efectos de Elsa los adornos navideños y las farolas. El Gaem de Ribeira tuvo que asegurar el árbol de Navidad de Palmeira y en Noia y en A Pobra alguna luminaria acabó en el suelo. Curioso fue también lo sucedido Malecón de Cadarso, hasta donde tuvieron que acudir los profesionales de Emerxencias Noia para retirar los contenedores, ya que todos se habían apiñado en medio de la calle.