Cada mariscadora de Vilanova retira al año cuatro toneladas de «esterco»

Rosa Estévez
rosa estévez VILANOVA / LA VOZ

RIANXO

MARTINA MISER

La cofradía participa en un proyecto para caracterizar y aprovechar las algas

25 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«O verdello non nos gusta nada; o limo gústanos aínda menos». Emilio Abella, el biólogo de la cofradía de Vilanova, fue el encargado de inaugurar ayer, en Vista Real, la presentación de un proyecto de los pósitos de Vilanova y Rianxo para la revalorización del esterco. Y el esterco, al menos el que se retira de la playa de O Castelete, está integrado, sobre todo, por algas verdes: lechuga de mar y limo, el dichoso limo. Este se ha convertido en un gran enemigo de las mariscadoras vilanovesas, que solo al oír su nombre murmuraban con desagrado. Sin embargo, aunque la experiencia de las mujeres es que esta es su mayor amenaza, los datos recogidos en el proyecto de investigación indican que las algas más abundantes en la costa de Vilanova son dos especies distintas de lechuga de mar.

Lo cierto es que las mareas verdes que cada año invaden las costas arousanas están compuestas por un revoltijo de especies capaz de asfixiar el marisco y que, si no se retiran a tiempo, se pudren y pueden llegar a deteriorar el sustrato, multiplicando los peligros para la explotación. Por eso, las mariscadoras de Vilanova -como tantas otras en la costa gallega- libran arduas batallas contra este tipo de invasiones. Y la guerra es, cada año que pasa, más larga. Porque si en 2015 las mariscadoras de Vilanova destinaban 37 días a luchar contra este problema, en 2017 eran ya 80 los días de batalla.

Se invierte tiempo y se invierte, también, dinero. Solo por el alquiler de tractores para realizar limpiezas, se pagaron en 2015 2.250 euros. El año pasado, el gasto por el mismo concepto fue de 6.700 euros. Tenemos el tiempo, el dinero, y hemos de sumar, aún, el esfuerzo de retirar una media de entre 900 y mil toneladas al año. «Como promedio, cada persoa retira ao longo do ano entre catro e seis toneladas de esterco», explicaba ayer el biólogo de la cofradía de Carril. Sus palabras sorprendieron a las propias mariscadoras, que nunca se habían parado a calcular el resultado de sus esfuerzos.

Después de que Abella dibujase la situación de Vilanova en lo que a las mareas verdes se refiere, fue el turno de los autores del estudio que se está realizando con las mariscadoras de este puerto y los rañeiros del de Rianxo. Javier Cremades definió la tormenta perfecta que explica las explosiones de algas. Los ingredientes son el aporte creciente de sustancias químicas, la contaminación biológica, la entrada de especies foráneas, el cambio climático, las condiciones ambientales y la alteración del entorno ocasionada por la explotación del terreno. Son todos ellos factores que, unidos, provocan las explosiones de las mareas verdes, compuestas en Vilanova por hasta medio centenar de especies.

Con el diagnóstico hecho, queda hablar de proyectos de futuro. Según explican los expertos en Vilanova podría ser viable la extracción de forma más o menos inmediata de la lechuga de mar, convirtiendo lo que acaba siendo un problema, en un recurso. La misma anticipación que haría falta en ese caso podría aplicarse a la ejecución de limpiezas tempranas que tendrían un afán preventivo. La retirada de las algas de la playa y de su entorno, evitando que al pudrirse se conviertan en nuevos aportes de nutrientes, es otra de las cuestiones planteadas a corto plazo por los expertos, que consideran necesario, también, redoblar los esfuerzos en el control de colectores y otras fuentes de contaminación...

De esa forma se reducirían algunos de los factores que influyen en las mareas verdes. Sobre otros, como el cambio climático, «poco se podrá hacer desde Vilanova». Así que habrá que buscar la manera de sacar partido del «refugallo» y de convertir el «esterco» en una interesantes fuente de ingresos.

Biorrefinería

A raíz del trabajo desarrollado con la ayuda del GALP en las cofradías de Vilanova y Rianxo, el grupo de investigación ha solicitado fondos europeos para seguir investigando las posibilidades de reutilizar las macroalgas. En dicho proyecto estarían implicados centros de Alemania y Noruega, además de varias empresas, y el objetivo sería evaluar los posibles aprovechamientos agropecuarios, en biorrefinería o como generadores de energía de esas especies hasta ahora tan molestas.