El facultativo compostelano trabajó durante 35 años en el municipio barbanzano al que regresaba todos los veranos
29 jun 2019 . Actualizado a las 13:21 h.Siempre se consideró un médico de pueblo que daba todo por atender a sus pacientes. No le importaba levantarse a media noche o incluso desplazarse hasta donde hiciera falta para intentar ayudarlos. Ramón Noya López (Santiago, 1935) estudió en la universidad compostelana y al poco tiempo ya se instaló en Rianxo, un municipio del que se enamoró y que ya nunca abandonaría. Allí ejerció como médico desde el año 1964 hasta 1999, y puede decirse que ayudó a traer al mundo a muchos niños de esta villa barbanzana.
Su pasión por la medicina y por intentar ofrecer el mejor servicio a los enfermos hizo que se especializara en radiología, y que incluso instalara en su consulta de la rúa Rinlo un moderno aparato de rayos X para que los rianxeiros no tuvieran que trasladarse a Santiago para hacerse estas pruebas. Cuando fue destinado al servicio de Radiología del antiguo Hospital Xeral compostelano no quiso abandonar a sus pacientes de Rianxo, y allí seguía regresando todas las tardes para pasar consulta.
El mar también fue otra de sus pasiones, y Ramón Noya fue uno de los principales impulsores del náutico rianxeiro, del que conservaba el carné como socio número uno, a pesar de que hacía tiempo que no navegaba. Aunque en los últimos años había establecido su residencia el Santiago, el facultativo -que se jubiló con 70 años y después de 40 como médico- pasaba todos los veranos en la villa de Castelao.
Ramón Noya falleció la pasada noche y sus restos están siendo velados en el tanatorio de Boisaca (sala tres), donde mañana, a las 12.00 horas, se celebrará el funeral para luego darle sepultura en el cementerio compostelano de San Martín de Laraño (Santiago). El próximo sábado, 6 de julio, tendrá lugar lugar una misa en su memoria en la iglesia de Santa Columba de Rianxo (20.00 horas).