Un musical para abrir los ojos

A.L.

RIANXO

CEDIDA

Cincuenta personas con discapacidad, acompañadas de músicos y bailarines presentan en Rianxo «!Peter volamos!»

28 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No tenían ninguna experiencia previa sobre los escenarios, pero el reto no solo ha servido para descubrir que las personas con discapacidad pueden ser los mejores actores, sino para poner en escena una obra única en la que participan cerca de un centenar de intérpretes. Para verlos en acción habrá que acudir este sábado, a las 21.00 horas, al auditorio de Rianxo, donde se presentará el musical !Peter volamos!

El origen de este proyecto surgió el año pasado, cuando la Asociación de Padres de Personas con Discapacidad Intelectual (Aspas) celebraba sus bodas de oro y decidió que un grupo de usuarios se embarcaran en un ambicioso proyecto para realizar una representación. «La cosa se fue agrandando cada vez más, y fuimos ampliando el número de personas, porque además de nuestros actores, que son sobre cincuenta, se sumaron unos treinta voluntarios entre músicos y bailarines con los que también comparten escenario», explicó Laura Sanmiguel, representante de Aspas.

Quico Bouza decidió también sumarse a la iniciativa y fue el encargado de dirigir la puesta en escena, en la que se hace una versión muy original del clásico cuento de Peter Pan. Además de los ensayos diarios que los actores están realizando, también cuentan con la ayuda «de cinco o seis duendes que están sobre el escenario y se encargan de ayudarles cuando se les olvida parte del papel», apuntó Sanmiguel.

Reforzar la autoestima

Tras el estreno que tuvo lugar el año pasado, !Peter volamos! también se ha ido de gira por distintos escenarios de toda Galicia, donde ha sido una representación «que siempre ha llenado. Además, los más importante de todo es que ha permitido hacer crecer la autoestima de los actores gracias a todas las felicitaciones que han recibido», destacó Laura Sanmiguel.

La representante de Aspas también quiso agradecer el gran apoyo del grupo de músicos Amaia y de la escuela de baila Balancè, que se encargan de arropar a los intérpretes sobre el escenario.