La directiva del colectivo de mayores solicitó la presencia de un técnico de la entidad portuaria para entregar las instalaciones, pero acabaron dando marcha atrás
05 feb 2019 . Actualizado a las 13:28 h.Nuevo giro inesperado en el polémico tira y afloja entre los socios del club de jubilados rianxeiro y Portos de Galicia, después de que ayer, a petición del colectivo de mayores, se personara un técnico de este organismo de la Xunta para recoger las llaves del local sobre el que pesan tres ordenes de desalojo y levantar el acta. No obstante, lo único que se llevó ese trabajador fue un metafórico portazo, una invitación a que comprobase que no hay ninguna cafetería en las instalaciones y el aviso de que «non pensamos rendernos, xa poden dicirlle a [José Juan] Durán que veña el aquí a sentarse con todos nós», en palabras del presidente del club, Luis Figueira, quien ha indicado que en la asamblea realizada el pasado viernes los integrantes del club apoyaron mayoritariamente la decisión de quedarse, y que, tras reunirse con el patrón mayor, Miguel Ángel Iglesias, tienen muy claro que su lucha es solo contra Portos.
Desde el pósito rianxeiro, Iglesias destacó que ellos nunca han estado en contra de los jubilados, pero que en la dura situación económica que atraviesan no pueden sufragar los cerca de 8.000 euros que Portos les adeuda por estar considerada como cafetería el local donde se reúnen estos mayores. «O que nós non imos facer é ir contra unha sentencia xudicial», explicó el patrón mayor, quien también estuvo presente en la escena de la mañana de ayer.
Portos
Fuentes del organismo que preside José Juan Durán explicaron que habían sido convocados expresamente para la entrega de las instalaciones de un forma cordial y sin tener que llegar a producirse la ejecución de un desalojo por la fuerza. Desde Portos indicaron que no comprenden a que se debe y que fin tiene este movimiento.