Con el 2-1 en el electrónico a favor del Taragoña, el equipo sonense reclamó un penalti a Montaos y un tanto mal anulado de Mascato
08 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La polémica sobrevoló este domingo el feudo de A Lomba. Lo hizo en detrimento de un Queiruga que mostró su rabia por la actuación arbitral. Con el 2-1 en el electrónico a favor del Taragoña, el equipo sonense reclamó un penalti a Montaos y un tanto mal anulado de Mascato. No sirvió de nada, el tanteador no se movió. Los tres puntos quedaron a buen recaudo en Rianxo.
Con más poso sobre el césped empezó el bloque rianxeiro, que aprovechó un fallo de los visitantes para que Walter, en el minuto 5, anotara el 1-0 tras un penalti inocente de la zaga. Con escaso fútbol, el primer tiempo se consumió siendo el cuero un simple espectador más.
Golpeó fuerte el Taragoña al salir del descanso. En otro error visitante, Abel cazó un rechace en el área para enviar el esférico a la red. Ahí arrancó la reacción de Queiruga. Fran Abeijón movió el banquillo y sus chavales comenzaron a monopolizar las ocasiones de ataque.
El 2-1, obra de Montaos tras un tiro desde fuera del área, llegó en el 64, instante en que el Taragoña se vio acosado por el rival. Rozó el empate el conjunto de Goirís, aunque Mascato y Montaos no lograron embocar a gol.
Faltaba la polémica en un partido de guante blanco. El citado tanto anulado, y la pena máxima que no se pitó, acabaron por tumbar al Queiruga, desquiciado por el trencilla.