El proyecto de la vía peatonal más larga de Galicia, entre Moaña y Cangas, fue el otro eje de unas jornadas sobre urbanismo en Rianxo
12 dic 2018 . Actualizado a las 14:33 h.Existen unas pautas comunes acerca de la evolución urbanística de los puertos y las localidades de la comarca. Pequeñas áreas próximas a estas, con muelles propios, fueron creciendo hasta convertirse en auténticos entramados urbanos donde el tráfico creció por encima de sus posibilidades. Se trata de una lección que el arquitecto Carlos Fernández Coto utilizó como introducción de las jornadas Novas estratexias para vellas estradas, que tuvo lugar ayer en el auditorio municipal de Rianxo, un acto en el que se debatió sobre el futuro de la AC-305, a su paso por la parroquia ribeirense de Palmeira y la rianxeira de Taragoña.
En este sentido, se abordó la propuesta impulsada desde la Fundación RIA (Rede de Innovación Arousana) para humanizar dicho vial a través de medidas como convertirla en una plataforma única -aceras y arcén al mismo nivel-. Asimismo, esta solución también fue estudiada para implantarla en otro tramo del vial con problemas similares, el de Campo de Pazos.
Ejemplo en O Morrazo
Estas jornadas contaron con una ponencia de primer nivel, con la intervención del arquitecto Martín Barreiro, de la firma Rurban, autora del proyecto para la vía peatonal más larga de Galicia, la implantación de una estructura entre Cangas y Moaña sobre el antiguo Camiño Real.
«Non queriamos construír un paseo marítimo nin unha senda peonil, esta infraestrutura está pensada para servir dun xeito inclusivo á poboación», explicó Barreiro sobre una actuación que contará con puntos de iluminación cada 15 metros y de 4,5 de altura, reducirá la presión de los automóviles, eliminará varios puntos negros de la PO-551 o dará prioridad a las estaciones marítimas del ferri para cruzar la ría de Vigo.