El Cordeiro venció en casa por un 3-0 a una joven plantilla rianxeira que sigue madurando con cada encuentro
06 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En plena fase de transición, tanto de la plantilla como del planteamiento de juego, podría decirse que el Unión de Asados no ha arrancado como otros años la temporada en Primera Galicia. No obstante, la derrota del domingo en casa del Cordeiro, por 3-0, no ha caído como un mazazo sobre los rianxeiros. Todo lo contrario, les reafirma en la necesidad de madurar, y aprender tal lección a tiempo en esta categoría es síntoma de fortaleza.
Bajo una lluvia intensa, el Cordeiro abría la lata en el minuto 25 con una jugada de pillería en la que los locales colocaron raudos un saque rápido en la cocina del Unión. Fue el único tanto de una primera parte que dominaron claramente los anfitriones.
Los de Vilas se rearmaron para la vuelta de vestuarios y mantuvieron el tipo, generando ocasiones, pero en el 53, un saque de córner de los valgueses se le atragantó a una defensa barbanzana que vio resbalar a dos de sus centrales en el área. Al tercer rechace, los locales no perdonaron. El último tanto, fabricado en el 79, no fue muy distinto. La delantera del Cordeiro se adelantó, dos nuevas caídas y el rival no desaprovechó un mano a mano solo ante el portero.
El terreno de juego
«Máis alá de que non merecemos gañar, a diferenza de céspede do campo influíu. O bote sintético é distinto e tivemos que adaptarnos ao seu sistema de xogo. Non merecemos tal castigo no resultado», destacó el técnico del Unión, José Miguéns, que esta temporada está sustituyendo el fútbol de segunda línea, directo, por un planteamiento más combinativo que necesita tiempo para engrasarse y calar en una de las plantillas más jóvenes de la categoría.
«Estou contento. É certo que o equipo ten que mellorar, pero os prazos acurtáronse moito para quen cambia radicalmente de xogo», indicó Miguéns, anotando que «hai potencial, pero aínda teñen que medrar». Así y todo, el objetivo de estar entre los seis primeros en la primera vuelta permanece en el horizonte.