Los pósitos de Rianxo y Vilanova exploran la rentabilidad de las algas

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

CARMELA QUEIJEIRO

Un equipo técnico iniciará este mes los muestreos en las playas de A Torre y Castelete

11 may 2021 . Actualizado a las 20:55 h.

Toneladas de algas de deriva inundan las playas, constituyen un problema porque asfixian el marisco. Su retirada es otro contratiempo porque, además de implicar un coste económico, suelen amontonarse para que sigan un largo proceso de descomposición que resulta poco agradable. La gestión de este residuo vegetal trae de cabeza a las cofradías y la búsqueda de una alternativa de eliminación más eficaz que, además, pudiera ser rentable llevó a las cofradías de Rianxo y Vilanova a explorar alternativas.

Fue así como los patrones mayores Miguel Ángel Iglesias y María Vales iniciaron una travesía que les condujo hasta dos investigadores, Javier Cremades, de la Facultade de Bioloxía, y Manuel González Penedo, especialista en bioinformática para las ciencias de la salud. Ambos vieron enormes posibilidades en la propuesta de análisis de los patrones de las algas de deriva y en su posible aprovechamiento, por lo que decidieron implicarse en un proyecto pionero que persigue financiación de europea a través de los fondos que gestiona el GALP de la ría de Arousa con la supervisión de la Consellería do Mar.

Han sido meses de contactos y reuniones, hasta definir los prolegómenos de un patrón de actuación que comenzará dentro de unos días con muestreos en las playas de A Torre, en Rianxo, y Castelete, en Vilanova.

Javier Cremades explica que la investigación abordará un problema recurrente que no está bien estudiado: «Queremos ir más allá del fenómeno para ver cómo se manifiesta, la incidencia de las condiciones oceanográficas, climáticas, analizar la sostenibilidad de su gestión y conseguir alertas tempranas sobre las arribazones para actuar de manera preventiva».

Obtener valor añadido

El campo de análisis es extenso, porque abarca también la posibilidad de buscar un aprovechamiento futuro. Javier Cremades señala que es preciso determinar su calidad, los nutrientes y la composición química «para ver si es posible convertir un residuo en un recurso que produzca un valor añadido».

En cuanto a las utilidades, el investigador precisa que son organismos muy versátiles: «Lo más elemental es aprovecharlas como abono, pero pueden emplearse para la elaboración de piensos para alimentación animal». Aunque las algas son ricas en proteínas y minerales, Cremades puntualiza que, en el caso de las de arribazón, es muy poco probable que puedan utilizarse para alimentación humana.

Ahora bien, también podrían tener un uso industrial, como la elaboración de pigmentos, sustancias antioxidantes o biorrefinería: «Si se saben procesar adecuadamente puede lograrse su aprovechamiento para múltiples compuestos».

Cremades afirma que hay empresas interesadas en el procesado de las algas y subraya el campo de posibilidades que se abren con esta investigación.

Por su parte los patrones mayores tienen grandes esperanzas puestas en este proyecto. El rianxeiro Miguel Ángel Iglesias subraya: «A xestión deste residuo é un problema e se logramos un modelo alternativo resultará positivo. Se, a maiores, conseguimos un aproveitamento estaremos ampliando o campo de actuación dunha confraría como a nosa».

Su homóloga en Vilanova, María Vales, manifiesta: «Sería unha forma de diversificar a actividade e de eliminar un contratempo. Agora estámolas levando a terreos agrícolas para non acumulalas nun sitio concreto. Ata agora faciamolo nunhas fincas da costa, pero por esa zona pasa a ruta de sendeirismo Padre Sarmiento e non causa moi bo efecto a súa visión».